Los profesores de la estación de esquí de Vallter se despiden hoy de la montaña. La falta de nieve por el intenso calor ha obligado a adelantar el cierre casi tres semanas en el Pirineo catalán. La situación no es mucho mejor en las pistas de Candanchú, que por ahora aguanta el tirón, y en Sierra Nevada, que sobrevive gracias a los cañones de nieve que trabajan sin parar. La primavera ha enseñado los dientes en España antes de tiempo este año.
El terreno está lleno piedras y barro en la estación de Vallter cuando aún debería estar teñido de blanco, lo cual significa una cosa: es el final de la temporada. Generalmente, los esquiadores podrían descender por las pistas del Pirineo hasta mediados de abril, pero no este año.
La situación preocupa también en Sierra Nevada, que se mantiene por ahora con los cañones de nieve artificial y gracias al frío nocturno, ya que hace muchos días ya que no se producen nevadas. La ocupación allí está al 65 por ciento, por lo que el dato no es del todo malo.
En Candanchú, la nieve virgen está a 2000 metros de altura y, aunque aún podríamos ver nevadas en las próximas semanas, por ahora el calor es el único protagonista.
Las previsiones no apuntan a grandes cambios de tiempo próximamente. En lo que queda de semana y durante las semanas siguientes, tan solo se esperan algunas precipitaciones débiles en el norte de España, mientras en el resto el tiempo será anticiclónico y seco, con temperaturas más altas de lo normal para la época del año.
Por las noches, eso sí, el frío aún resistirá en algunas zonas de montaña, lo cual ayudará a mantener la nieve caída hasta el momento. Veremos cuánto aguantan las estaciones de esquí que siguen abiertas.