El fin de semana de carnavales será polvoriento en España. Los atardeceres serán más rojizos de lo habitual, la visibilidad será reducida, y la calidad del aire será tan baja que podrá incluso comprometer la salud de los ciudadanos en algunas zonas del país, dados los altísimos niveles de calima que se prevén para los próximos días. ¿Dónde habrá que tener cuidado?

La calima se va a retirar en las próximas horas en las islas Canarias, una suerte para quienes esperan con ansia los carnavales, que ya se vieron enturbiados por una irrupción histórica de polvo sahariano en 2020. Aquel año, el archipiélago se convirtió en Marte y se tuvieron que cancelar eventos por el riesgo para la salud.

Pero, mientras Canarias se librará de la nube de polvo, como decimos, los vientos que soplan desde el norte de África se adentrarán en la Península, arrastrando consigo las partículas de arena procedentes del desierto, que viajarán por la atmósfera.

Inicialmente, entre el miércoles y el viernes, la calima afectará únicamente al sur de la Península y zonas del oeste, y lo hará en cantidades seguras para la salud. A partir de ese día, en cambio, los niveles de polvo podrán aumentar en todo el sur peninsular y las ciudades de Ceuta y Melilla, y llegarán en menor medida al norte del país.

Las tormentas de polvo contribuyen al aumento de los niveles atmosféricos de PM10 (materia particulada con un diámetro igual o inferior a 10 micrómetros). Estas partículas suspendidas en el aire afectan a la salud, causando problemas habitualmente respiratorios, aunque también puede provocar picor de ojos y dar lugar a complicaciones en personas con una enfermedad cardiovascular.

La calima podrá superar los 100 microgramos/metro cúbico (µg/m3) en partes de España este fin de semana, lo cual duplica el umbral establecido por la Unión Europea como seguro para la salud, de 50 µg/m3 diarios.

Los episodios con altos niveles de calima ponen en riesgo principalmente a los asmáticos, y suelen coincidir también con un aumento en los ingresos por neumonía, así como faringitis, traqueítis o rinitis alérgica.

Además, se ha descubierto que la calima también puede causar problemas cutáneos, como irritación de la piel por la exposición a metales que viajan con el polvo del desierto, como el níquel.

Otra puerta de entrada de este polvo son los ojos, por lo que la calima se asocia a casos de conjuntivitis.

Más recientemente, múltiples estudios han revelado que las partículas transportadas en las nubes de polvo sahariano pueden afectar a la salud cardiovascular. En Canarias se ha comprobado que los episodios de calima coinciden con un incremento de los ingresos por insuficiencia cardiaca. Se cree que también podría causar más infartos de miocardio.

Las personas de riesgo que son más vulnerables a los episodios de calima son las mayores, los niños, y aquellas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias.