El frío ha llegado a España tras mucha espera este invierno, y lo ha hecho por todo lo alto. Se están alcanzando temperaturas hasta 10 grados más bajas de lo normal para estas fechas por las noches, aproximándose incluso a los -10 ºC en algunas provincias. Esto puede hacer que las tuberías de nuestra casa o negocio se congelen y estallen. Solo una pequeña grieta puede hacer chorrear una cantidad de agua suficiente para provocar una inundación. ¿Cómo puedes evitarlo?
Fugas de agua, daños en la caldera y obras en casa. Las consecuencias de que estallen las tuberías en invierno no son ninguna broma. En otros países europeos donde este frío es más habitual como Polonia o Alemania saben bien qué hacer para evitar que las cañerías se congelen y tener un disgusto, pero en España la ola polar puede hacer que estas averías se disparen por la falta de costumbre.
Protege del frío la puerta del armario donde está el contador con papel de periódico o lo que tengas a mano, como una prenda de lana que abrigue, y cubre las tuberías con gomaespuma, sobre todo las que estén expuestas.
Estos están controlados por un termostato para envolver las tuberías y han sido fabricados precisamente para protegerlas del frío en situaciones como esta.
Dejar que salga un chorrito de agua tibia del grifo toda la noche puede ser todo lo que necesitas para evitar que se congele la tubería. Preferiblemente, hazlo en un grifo de una pared exterior.
Fija el termostato como mínimo a 12 grados centígrados durante el día y la noche, especialmente si te vas a ir de vacaciones durante la ola de frío, sino a la vuelta podrías encontrarte con las tuberías reventadas.
Si hay una grieta, entonces el frío podrá ingresar al interior de las tuberías con mayor facilidad. Asegúrate de que no hay fugas en el cableado eléctrico y las salidas de ventilación de la secadora y, si ves rendijas, usa masilla o cinta aislante para que no entre el frío.
Desconecta las mangueras del jardín de la llave de exterior de paso y asegúrate de que no tienen agua para que no se congelen. No solo podrían reventar sino que además el frío podría llegar con mayor facilidad a las tuberías y congelarlas también.
Si te vas de vacaciones en plena ola de frío, o si llegas tarde para evitar la helada en tus tuberías, cierra el agua para que el suministro no llegue a toda la casa y así podrás prevenir un desastre mayor. Después de cerrar la llave de paso, abre los grifos para que el agua almacenada en las tuberías salga y no se congele.
Si no has llegado a tiempo para evitar la congelación, aplica calor seco en la tubería por ejemplo con un secador (el agua caliente puede hacer que estallen las tuberías) y abre el grifo para que salga el agua y no reviente la cañería. También es buena idea cerrar la llave de paso y vaciar el interior de la instalación.
Además de poner la calefacción incluso a una temperatura no muy elevada, abre los gabinetes debajo de fregaderos y demás para facilitar que llegue el calor y las tuberías en estas zonas se calienten también.
Desde Protección Civil aconsejan a los ciudadanos llenar garrafas y botellas para tener agua en caso de que se congelen las tuberías y sufrir una avería.