La NASA fotografió una misteriosa nube "cueva" sobre Francia hace unos días. Estas formaciones sorprenden cuando se observan desde abajo, pero la vista desde arriba no es menos curiosa, como vemos en esta imagen de satélite, donde la nube parece estar abriéndose paso cortando el resto de nubes a su paso.
La nube “cueva” fue inmortalizada cuando cruzaba el sureste de Francia el pasado 14 de enero por el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) en el satélite Aqua de la NASA. En inglés, estas nubes son conocidas como “cavum”.
Las nubes “perforantes” o “de caída” son el resultado de las temperaturas del aire frío y la inestabilidad atmosférica provocada por un avión que se mueve a través de una capa de nubes.
Visto desde abajo, puede parecer que parte de la nube se está cayendo del cielo. En realidad, esto es más o menos lo que está ocurriendo, según dicen desde la agencia espacial.
El fenómeno ocurre en nubes de nivel medio compuestas por gotitas de agua líquida que se sobreenfrían; es decir, las gotas permanecen líquidas incluso cuando las temperaturas están por debajo del punto de congelación típico del agua, que son cero grados centígrados.
Pero incluso las gotas súper enfriadas tienen sus límites. El enfriamiento adicional que ocurre sobre las alas de los aviones puede empujar las gotas hasta el punto de congelarse cuando el avión pasa a través de la capa de nubes.
Los cristales de hielo engendran más cristales de hielo a medida que las gotas de líquido continúan congelándose. Eventualmente, se vuelven lo suficientemente pesados como para que los cristales de hielo comiencen a caer del cielo, dejando un vacío en la capa de nubes.
Los cristales de hielo que caen a menudo son visibles en el centro de los agujeros como rastros tenues de precipitación, características llamadas virga.
Cuando los aviones pasan a través de las nubes en un ángulo bastante agudo, producen un pequeño “cavum” circular. Si pasan a través de las nubes en un ángulo poco profundo, pueden producir largas "nubes de canal" con largas estelas de virga, como fue el caso de esta nube.
Otros factores que pueden afectar la longitud de este tipo de nube incluyen el grosor de la capa de nubes, la temperatura del aire y el grado de cizalladura horizontal del viento.