En la segunda quincena de enero suelen producirse los días más fríos del año en España. Pero este año, además, este periodo va a ser más gélido de lo habitual por la entrada de una masa de aire muy frío, por lo que se prevé que se intensifiquen y extiendan las heladas a muchas provincias. Solo Canarias quedará al margen. ¿Dónde veremos nieve?
Si comparamos las temperaturas actuales con las registradas en las mismas fechas en el periodo 1991-2020, “estarían entre el 10 % de las más bajas de la serie en buena parte de la Península”, ha confirmado César Rodríguez Ballesteros, meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y el día más frío aún está por llegar.
Un puñado de comunidades autónomas tendrán activados las alertas por frío este lunes.
En concreto, Asturias, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Zamora, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Toledo, Barcelona, Gerona, Tarragona, Teruel, Zaragoza, Madrid, Alicante y Navarra estarán en alerta amarilla por temperaturas que rondarán entre los -4 y -8 ºC, mientras Lérida y Huesca estarán con alerta naranja por valores cercanos a los -10 ºC. En Pirineos puede que lleguemos incluso a -15 ºC.
Esta noche las temperaturas mínimas serán más altas que la madrugada anterior en el noroeste peninsular, pero en zonas del interior serán las más bajas de toda la semana, pudiendo llegar a los -10 ºC en Teruel, Burgos o Guadalajara. Los avisos se extenderán así la mañana del martes a Navarra, La Rioja y Ciudad Real, donde habrá heladas.
En la mitad nordeste peninsular y en la meseta norte, así como en zonas de montaña del resto de la Península se registrarán heladas que serán fuertes en Pirineos. También podrá haber heladas débiles en otras zonas donde hará menos de cero grados de noche.
Por el día las temperaturas no remontarán demasiado. De hecho, “tendremos máximas por debajo de los 10 ºC en la mayor parte de la Península, e incluso de los 5 ºC en gran parte del norte peninsular”, ha informado el experto de la Aemet.
Son valores que quedan “entre 5 y 10 ºC por debajo de su valor normal en gran parte de la Península”, con respecto a la media del periodo 1991-2020.
Por si fuera poco, el fuerte viento causará sensación de más frío, sobre todo en el nordeste, donde hay varias provincias en alerta por rachas de unos 80 km/hora.
En el caso de la nieve, la Aemet activará el aviso en el entorno del Cantábrico oriental y norte del sistema Ibérico este lunes. Más concretamente, en Cantabria, Burgos, La Rioja, Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra.
El martes estarán además en riesgo por nevadas el prelitoral de Girona, Barcelona y Tarragona, donde pueden caer copos a partir de los 400 metros de altitud.
Para el final de la semana, se habrá acumulado más de un metro y medio de nieve en cotas de los Pirineos y la Cordillera Cantábrica.
Estas serán las provincias que mayor cantidad de nieve recibirán, pero también nevará en otras regiones del país en menor medida. Hasta el viernes, la nieve puede aparecer en las montañas del centro y sur peninsular a partir de unos 600 metros, y en Mallorca a unos 800 metros, y el fin de semana lo hará también en zonas altas de Canarias.
Desde la Aemet alertan del riesgo de aludes en los Pirineos y en Picos de Europa, y de la crecida de algunos ríos a medida que se produzca deshielo.
Al mismo tiempo que el frío se impone en prácticamente toda España, en el este del país tendremos precipitaciones en Baleares, Pirineos, Cantábrico oriental y alto Ebro el lunes, aunque la borrasca Hannelore se irá debilitando en los próximos días.
Además de las lluvias, que serán algo más intensas en el entorno de Baleares, donde pueden ir acompañadas de tormenta, el viento afectará a todo el este de la Península y causará fuerte oleaje en muchas costas del Mediterráneo. Este lunes incluso estarán en alerta amarilla Castellón y Tarragona, y Gerona lo estará con aviso de nivel naranja por olas que podrán alcanzar hasta los cinco metros de altura.
Desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias aconsejan alejarse de playas, paseos marítimos, espigones y otros lugares que puedan ser afectados por el oleaje, así como amarrar bien las embarcaciones y no salir a navegar hasta que cese el viento, y se aconseja conducir reduciendo la velocidad, dejando el debido espacio con otros vehículos y no realizar adelantamientos temerarios.