Esta semana, el frío y la inestabilidad atmosférica se van a combinar en España y darán lugar a un temporal muy adverso, con fenómenos como la peligrosa lluvia engelante. ¿Qué es y cómo se forma?
Esta semana tendremos fuerte viento, temporal marítimo y nevadas en las zonas de montaña. El frío será protagonista los primeros días, con temperaturas invernales que causará heladas en la meseta y en páramos del norte y centro peninsular, lo cual puede hacer que veamos también un tipo de precipitación inusual: la lluvia engelante, que también podríamos llamar “lluvia helada”.
La llegada del frío en España es evidente. De las temperaturas inusualmente altas de octubre hemos pasado en noviembre a sacar los abrigos y bufandas con termómetros que se acercan a los 5 grados en el interior peninsular, y que en ciudades como Soria, Burgos o Segovia han bajado ya hasta los 0 ºC.
Para que se produzca lluvia engelante es fundamental que haga mucho frío, pero además es necesaria cierta inestabilidad atmosférica, para que haya nubes que causen precipitación. Aunque eso no es todo.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la define como una “precipitación con gotas a temperatura por debajo de 0 °C que se congelan al impactar con el suelo o con cualquier objeto a una temperatura de 0 °C o inferior, pudiendo acumularse hasta varios centímetros de hielo claro”.
Es diferente a la escarcha, la cencellada o las heladas, que suelen producirse de noche por el frío que congela la humedad (gotitas de agua) sobre el suelo u objetos. La formación de la lluvia engelante comienza en la atmósfera.
“Esta precipitación se produce cuando los copos de nieve procedentes de una nube se derriten completamente al atravesar una capa profunda de aire cálido, con la temperatura superior a la de fusión del agua (0 °C), y, posteriormente, se encuentran con una segunda capa estrecha junto a la superficie con temperatura inferior a los 0 °C. En esta segunda capa, las gotas no tienen tiempo de volverse a congelar, llegando a la superficie subenfriadas. También se denomina lluvia o llovizna helada”, explica la Aemet.
Hay muchos peligros asociados a la lluvia engelante. En la acera, el hielo puede poner en riesgo a los peatones causando resbalones y caídas que puedan dar lugar a fracturas. En la carretera, los conductores pueden perder el control de sus vehículos y sufrir accidentes.
En edificios y tendidos eléctricos, incluso en árboles, la acumulación de hielo puede hacer que se produzcan destrozos y apagones por el peso.