El otoño meteorológico se resiste a llegar y aunque esté terminando octubre, parece que estamos viviendo en un verano permanente. Y no solo en España. Toda Europa sufrirá en estos últimos días del mes una ola de calor otoñal, con temperaturas anormalmente cálidas. En varios países del continente se registrarán hasta 10 grados más de lo habitual para esta época del año. Ocurrirá en Francia, Suiza, Bélgica, Alemania, Austria o Noruega.
La clave de este último "arreón térmico" está en la entrada de "vientos de componente sur" que provocarán una importante subida de las temperaturas, según Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. Ese aire cálido "se extenderá" por Europa y provocará "anomalías térmicas muy altas". Martín habla de un "segundo verano" que se extenderá por amplias zonas continentales "durante finales de octubre e inicios de noviembre".
Pero, ¿de qué temperaturas estamos hablando? Pues en España este martes Melilla ha batido el récord histórico para el mes de octubre con 36,8 grados, superando los 35,0 del 14 de octubre de 1971. En Francia llegarán a los 30 y en el sur de Alemania o Suiza a los 25. En los mapas de predicciones meteorológicas podemos observar cómo el termómetro marcará entre 10 y 12 grados más de lo habitual para estas fechas.
Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, confirma que el episodio de calor va a afectar "a buena parte" de Europa occidental. "Especialmente en Francia, porque allí las temperaturas van a estar tan anormalmente cálidas o más que en la península ibérica. Es una situación muy poco habitual en esta época del año". Pero ese calor afectará a otros países poco acostumbrados a 'sudar' a finales de octubre. "La parte occidental de Europa va a estar imbuida en la misma masa de aire extremadamente cálido que afecta a la península ibérica".
Todo eso está dejando registros muy altos, tanto en España como en Europa. Además del récord registrado por Melilla este martes, las temperaturas en la península también son muy llamativas:
¿Qué pueden suponer estas temperaturas tan altas en esta época del año? La consecuencia más evidente es que el verano se alarga. Algo que la propia AEMET confirmaba hace unos días. Un verano, ahora, dura "alrededor de 40 días más que en los años 80", afirma Rubén del Campo. “Los veranos le están ganando terreno a la primavera, sobre todo, y también le roban días al otoño”, explica Francisco Martín. De hecho, el meteorólogo de Meteored habla de un "segundo verano" al referirse al calor que estamos viviendo en pleno octubre en Europa. "Este año tenemos un segundo verano. Tuvimos el oficial, con un pequeño otoño en medio, y un octubre con temperaturas muy altas, probablemente sea el más caluroso en muchos años".
La AEMET concreta más y no descarta que este nuevo "episodio cálido", que se espera en los próximos días, conforme el octubre "más cálido en España de la serie histórica". Este final de mes también tendrá incluso noches tropicales.
De acuerdo con las previsiones de AEMET, las condiciones "claramente más cálidas de lo normal" continuarán probablemente durante la primera quincena de noviembre, con temperaturas que podrán superar los 32 grados en el tercio sur peninsular. La presencia de polvo en suspensión procedente del norte de África con la correspondiente calima podría agudizar el calor en las zonas más afectadas.
Estas próximas fechas además traerán lluvias "escasas y menos abundantes" de lo habitual en la mayor parte del país, a excepción de la esquina noroeste peninsular. Europa también se ve afectada por esa falta de precipitaciones, con todo lo que eso conlleva.
Estas temperaturas anómalas, ¿son achacables al cambio climático? Martín apunta que sí, pero no quiere ser muy tajante mientras no haya estudios científicos que lo confirmen. Eso sí, asegura que "todo apunta a que detrás de este verano tan intenso, persistente y prolongado, está el cambio climático".
Unos veranos que se alargan también en Europa. "Anomalías completamente fuera de lugar" para estas fechas, "a las puertas de noviembre", explican desde Meteoiberia. Hacen referencia a modelos que apuntan a valores "desorbitados" en Europa, de unos 33 o 34 grados y apuntan a la 'dorsal norteafricana' como causa del 'modo veraniego' a unos días de noviembre.
"La enorme extensión de esas anomalías de 8 o 10 grados por encima de lo normal demuestran la increíble excepcionalidad de este nuevo evento cálido. En zonas del Mediterráneo ni siquiera ha habido tregua en estas semanas, encadenando un episodio tras otro", constatan.