A finales de octubre nos llega el que será el primer gran temporal del otoño, que hasta ahora ha sido muy seco, en línea con el verano. Con la reserva de agua casi al 30 por ciento de su capacidad, la llegada de la borrasca Armand “de gran impacto”, como la ha definido la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), traerá a España un río atmosférico, lluvias torrenciales y viento muy intenso, además de un desplome de las temperaturas diurnas.
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha explicado que la profunda borrasca que estos días ha enviado vientos del sur y suroeste y que ha traído temperaturas veraniegas se acercará más a partir del jueves, enviando frentes que van a regar prácticamente toda España. Armand causará estragos sobre todo en la vertiente atlántica peninsular, es decir, en la mayor parte de la mitad oeste y zona centro, así como la cara sur de Pirineos.
Aunque hasta ahora hemos visto más paraguas que lluvia, a partir del jueves buena parte de España se pone en alerta por las fuertes lluvias y el viento que va a provocar la gran borrasca Armand.
Trece comunidades en aviso, con atención especial en Galicia y La Rioja, con alerta de nivel naranja por riesgo importante a causa del viento y los fenómenos costeros, con rachas de 90 kilómetros por hora y olas que superarán los 6 metros en la costa de A Coruña y Pontevedra. También habrá rachas muy fuertes en las comunidades del Cantábrico, Castilla-La Mancha y, de nuevo, la Comunidad de Madrid, donde ayer se cayeron algunas ramas y tendidos eléctricos, obligando a interrumpir dos trenes entre la capital y Sevilla.
Las cantidades de lluvia serán muy generosas por la llegada de un “río atmosférico”, una corriente de viento cargada de vapor de agua que llega desde regiones tropicales.
En Andalucía, las precipitaciones más intensas se darán en Córdoba, Sevilla y Huelva donde se podrán superar a lo largo del episodio los 100 litros por metro cuadrado, y afectarán también a Castilla y León, partes de Extremadura, y el Pirineo catalán y aragonés.
"Es agua muy bien recibida en todas estas zonas donde persiste desde finales del pasado invierno una situación de sequía meteorológica", ha dicho el meteorólogo de la Aemet.
Mientras, en el resto de la Península estima que se recogerán entre 20 y 50 litros por metro cuadrado durante este episodio. Sin embargo, en la costa cantábrica las lluvias serán "testimoniales" y parece que tampoco llegarán al área mediterránea ni a Baleares, donde además hará calor, con unos 32 ºC en algunos puntos.
El portavoz ha apuntado que esta es una situación típica de vientos ábregos otoñales que llegan muy cargados de humedad pero que son templados, por lo que aunque las temperaturas máximas bajarán como consecuencia de la abundante nubosidad y las precipitaciones en buena parte de la Península, el descenso no se notará en el Mediterráneo ni en Baleares, a donde estos vientos llegarán recalentados.
El descenso térmico no se notará mucho en las temperaturas nocturnas, precisamente porque estas nubes evitan el escape del calor nocturno y también porque soplará viento, lo que impide que bajen demasiado las temperaturas por la noche.
En definitiva, Del Campo prevé que las temperaturas nocturnas seguirán en general altas para la época durante toda la semana mientras las diurnas serán las propias para estas fechas o incluso algo más bajas de lo normal en el centro y oeste de la Península, en algunos puntos del centro y del oeste, pero serán claramente más altas de lo normal todavía en el Cantábrico Oriental y tercio oriental de la Península, así como en Baleares.
Entre el jueves y el viernes la borrasca se acercará hacia la Península y después emprenderá viaje hacia las Islas Británicas y en su viaje seguirá enviando frentes cargados de humedad a España. Así, los cielos estarán muy nubosos en la mayor parte de la Península, con lluvias y chubascos que afectarán sobre todo a la vertiente atlántica, es decir, a buena parte del oeste y centro de la Península y también en la cara sur de los Pirineos.
De forma más débil, también podrá llover, sobre todo el viernes, en puntos de la depresión del Ebro y del Cantábrico, pero serán en general lluvias débiles y probablemente no llegue a llover en el Mediterráneo peninsular ni en Baleares.
El sábado y el domingo llegará a nuestro territorio una nueva borrasca y volverán las lluvias a la mitad oeste peninsular y zona centro, serán abundantes de nuevo en el oeste y en el sur de Galicia en torno de la cordillera Cantábrica y el Sistema Central. Las precipitaciones no llegarán o lo harán en muy pequeña medida al Cantábrico y tampoco se esperan durante el fin de semana ni en el área mediterránea peninsular y en Baleares.
Las temperaturas subirán el sábado hasta proporcionar un ambiente cálido en las horas centrales del día para la época en los tercios norte y este de la Península y las temperaturas más normales o algo más frescas se registrarán en el centro y en la mitad oeste.
Las precipitaciones persistirán probablemente hasta el lunes y el martes quedarán acotadas al noroeste peninsular.
En cuanto a Canarias, el portavoz señala que se quedará al margen de Armand y durante los próximos días tendrán cielos poco nubosos o con algunos intervalos de nubes altas y con calima, debido al polvo en suspensión procedente del continente africano.
A partir del domingo habrá nubosidad en el norte de las islas más montañosas y las temperaturas serán más bajas por los vientos del norte y se mantendrán las temperaturas agradables, con mínimas en torno a los 20 ºC en las costas y máximas de hasta 26 o 28 ºC en el resto.