Sevilla ha declarado oficialmente la alerta por sequía tras muchos meses en los que ha llovido mucho menos de lo habitual. La empresa metropolitana de abastecimiento y saneamiento de Sevilla (Emasesa) ha anunciado que habrá nuevas restricciones de uso del agua.
Sevilla lleva varios meses en situación de prealerta y sus embalses se encuentran actualmente al 38 por ciento, con tan solo 361 hectómetros cúbicos acumulados, cuando lo normal a estas alturas del año (el promedio de los últimos diez años para estas fechas) es que estuvieran casi al 60 %.
Ante la declaración de emergencia por parte de Emasesa este lunes, se prohibirá el uso del agua para fines ornamentales o recreativos, contemplando un régimen sancionatorio. Estos implican por ejemplo el llenado de piscinas.
Y Emasesa no es la única empresa que ha anunciado restricciones. Aljarafesa, empresa que abastece a 325.000 usuarios de 30 municipios de la provincia de Sevilla, ha propuesto a la Presidencia de la Mancomunidad de Municipios del Aljarafe la publicación en los próximos días de un bando en el que se anunciarán nuevas medidas para ahorrar en el consumo.
Entre esas "medidas concretas" se fija las mismas que en el caso de Emasesa: prohibir el uso de agua potable para el riego y baldeo de calles, plazas y recintos públicos o privados, zonas verdes y jardines y llenado de piscinas -salvo que dispongan de sistemas de depuración y recirculación-, entre otras.
La fase de alerta implica la publicación de bandos municipales en los respectivos ayuntamientos de los municipios abarcados por los servicios de Emasesa, instando a todos los ciudadanos, organismos, empresas y demás colectivos sociales a un uso racional, responsable y solidario del agua.
Esta fase supone, asimismo, la activación de la ordenanza municipal reguladora de las medidas excepcionales aplicables al abastecimiento domiciliario de agua potable como consecuencia de la sequía, que recoge la prohibición de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, además de definir las posibles sanciones en caso de incumplimiento.
"Pasamos, por tanto, de las recomendaciones al momento de las prohibiciones de consumos innecesarios y que pueden repercutir en las reservas de agua necesarios para el abastecimiento. Empezaremos todos los ayuntamientos a penalizar usos inadecuados del agua potable no acordes con nuestra situación actual de las reservas", indicaba al respecto hace pocos días el presidente de Emasesa y alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.
Con esta medida se persigue alargar las existencias de agua y evitar cortes en el suministro que se han tenido que aplicar en anteriores sequías, de manera que no afecte al consumo humano y se garantice la actividad de las empresas.
Ello, sumado a la campaña de concienciación de ahorro de agua y al esfuerzo inversor por parte de Emasesa en la transformación digital de la gestión del agua, pretende conseguir más eficiencia y alcanzar el objetivo de reducir el consumo de agua a 90 litros por persona y día.
Desde la declaración de prealerta, el consumo de agua se ha reducido un tres por ciento y la alerta implica la idea de reducir el gasto un cinco por ciento acumulado (en el estado de prealerta se marca el objetivo de un dos por ciento y en estado de alerta, un cinco por ciento).