El huracán Ian que ha causado al menos 17 muertos en Florida y que sumió en una oscuridad total a Cuba es uno de los más fuertes que se han formado en el Atlántico en los últimos años. Los vientos de 250 kilómetros por hora, los aguaceros históricos y las marejadas ciclónicas han colapsado por completo las zonas pobladas, algo que, según algunas investigaciones, podría ocurrir con cada vez más probabilidad en otras zonas del mundo. Entre ellas, el Mediterráneo.
Las tormentas con fuerza de huracán en el Mediterráneo podrían golpear la región con un poder cada vez mayor a fines del siglo XXI, alcanzando una fuerza robusta de Categoría 1, según un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters hace unos años. Son los llamados “medicanes”, algo que ya hemos observado en años recientes.
A finales de 2021, un huracán o medicane se formó en el Mediterráneo y causó al menos un muerto en el sur de Italia, donde provocó inundaciones gravísimas tras adquirir características tropicales en pleno otoño. La tormenta incluso mostró un “ojo”, característico de los ciclones tropicales.
Un estudio alerta de la probabilidad de que estos medicanes sucedan a finales de siglo, de 2081 a 2100, con una mayor intensidad y sean además más duraderos. Por el contrario, se producirá “una disminución en la frecuencia”, escriben los investigadores, entre los que se encuentra Juan Jesús González-Alemán, físico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
"Estos cambios están asociados con una estructura similar a un huracán más robusta y se limitan principalmente al otoño”, aseguran. Incluso en un escenario climático intermedio, probablemente veremos una menor frecuencia de estas tormentas, pero cuando ocurran, tendrán una mayor probabilidad de alcanzar la categoría 1.
Actualmente, estos medicanes ocurren de media una vez al año, pero rara vez alcanzan la fuerza de un huracán de categoría 1. "En su etapa de madurez, los medicanes son similares a los huracanes del Caribe", aseguran los científicos. Esto implica una convección más fuerte y, por lo tanto, una mayor liberación de calor latente, lo que a su vez conduce a un gradiente de presión radial más alto, lo que aumenta la velocidad del viento. El peligro para la población es muy alto.
Los escenarios más pesimistas del cambio climático, con emisiones cada vez más altas de gases de efecto invernadero, prevén un Mar Mediterráneo extremadamente cálido, lo cual aumentaría aún más la destructividad potencial de los medicanes. “Esto aumentaría potencialmente su daño social y natural, y las ubicaciones cambiantes de estos riesgos afectarán a poblaciones que antes no estaban acostumbradas”, advierten.
Los medicanes son sistemas meteorológicos perjudiciales que se forman sobre el mar Mediterráneo y se asemejan a los ciclones tropicales.
Surgen de los ciclones extratropicales, que experimentan un proceso de transición tropical sobre el mar Mediterráneo. Se parecen a los ciclones tropicales, ya que desarrollan un núcleo cálido, una estructura simétrica y nubes convectivas concéntricas alrededor de una característica similar a un ojo central.