El mar Mediterráneo se ha visto afectado este verano por una ola de calor marina sin precedentes. Las temperaturas en la superficie del agua han sido extremas, con anomalías de hasta 5 ºC, durante muchos meses seguidos, lo cual está teniendo consecuencias para los ecosistemas y las personas.
Se ha tratado de “una de las olas de calor marinas del Mediterráneo más intensas observadas durante la era de los satélites”, ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
CAREHeat (DeteCtion and ThreAts of MarinE Heat Waves), un proyecto financiado por la ESA, ha podido detectar y monitorear la ola de calor marina del Mediterráneo que ocurrió este verano.
El equipo descubrió que esta ola de calor particularmente extrema comenzó en la segunda quincena de abril y se extendió por el centro y el noroeste del mar Mediterráneo. En la zona, el aumento de la temperatura superficial del mar se aceleró alrededor del 10 de mayo y, en casi 10 días, se observó un cambio brusco de temperatura, de 16 °C a 22 °C.
En el mar de Liguria, un brazo del Mediterráneo, la máxima intensidad de la ola de calor se alcanzó el 21 de julio, cuando la anomalía media alcanzó los 5 °C. A 13 de septiembre, la ola de calor en el Mediterráneo sigue presente.
“Todavía estamos observando una anomalía en la temperatura promedio de la superficie del mar de alrededor de 2 °C, que se intensificó en el noroeste del Mediterráneo, donde la anomalía supera los 4 °C”, comenta Rosalia Santoleri, coordinadora del proyecto CAREHeat.
Las olas de calor marinas tienen impactos dañinos en los ecosistemas marinos, amenazan la biodiversidad marina y afectan a las industrias de la pesca, la acuicultura y el turismo.
Las temperaturas más altas del agua asociadas con las olas de calor marinas también pueden causar eventos climáticos extremos, como tormentas tropicales y huracanes, e interrumpir el ciclo del agua, lo que aumenta la probabilidad de inundaciones, sequías e incendios forestales en tierra.
A medida que la temperatura global de los océanos sigue aumentando, las olas de calor marinas se han generalizado y solo se espera que aumenten en intensidad, duración y frecuencia en el futuro debido al cambio climático inducido por el hombre.