España ha tenido el verano más caluroso de la serie histórica, es decir, no había hecho tanto calor en junio, julio y agosto en conjunto al menos desde 1961. Y no solo ha sido abrasador, sino también muy seco, por lo que confirma la tendencia de que nuestro país tiene un paisaje cada vez más árido. Y hay malas noticias: el otoño 2022 también se presenta con poca lluvia, según el pronóstico de la Aemet.
La temperatura del trimestre junio, julio y agosto de 2022 fue de 24 ºC, es decir, 2,2 ºC superior al promedio normal, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Se trató de un verano extremadamente cálido, superando holgadamente el de 2003, que era el más cálido hasta la fecha. Además, en septiembre se han continuado batiendo récords de calor.
Se registraron tres olas de calor durante el verano:
En total, España estuvo bajo ola de calor 42 jornadas, es decir, prácticamente la mitad de los días del verano, superando con creces el anterior récord de 29 días, ocurrido en 2015.
Las precipitaciones fueron muy escasas en junio y julio, mientras que en agosto se registraron fenómenos asociados a tormentas muy adversos. Pero esto no ha bastado para revertir una tendencia preocupante: los climas áridos avanzan en España, desde mediados del siglo XX, a un ritmo anual de unos 1500 km² al año, el equivalente en cinco años a la extensión de la provincia de Málaga, en detrimento de los climas templados.
El año hidrológico actual, que comenzó el 1 de octubre de 2021 y terminará el próximo 30 de septiembre, está siendo muy seco: con unas lluvias actualmente inferiores en un 25 % al valor normal, es probable que acabe situándose entre uno de los tres más secos de la serie histórica cuando finalice.
El verano también ha sido más caluroso en el conjunto de Europa, Inglaterra y el este de China.
En julio se vivió una situación de ola de calor en Europa occidental que afectó especialmente a Portugal, Francia occidental, Irlanda, Inglaterra y España. En nuestro país habrían fallecido unas 4663 personas por las altas temperaturas.
Además, a finales de agosto, el 25 % el territorio europeo en situación de alerta por la sequía, por lo que también ha sido un verano muy seco en el resto del continente.
Todo ello está teniendo un impacto en los polos de la Tierra, con una cubierta de hielo marino antártico que ha alcanzado en junio y julio la menor extensión de su serie mensual y la segunda menor extensión en agosto en 44 años de monitorización satelital.
El otoño de 2022 será más cálido de lo habitual en España, especialmente en la vertiente mediterránea y Baleares, y más seco de lo normal en el noroeste peninsular. También lo será en el resto de Europa, especialmente en el norte y en el mediterráneo occidental, y más seco y más lluvioso de lo habitual en el mediterráneo oriental y en los países escandinavos respectivamente.
Un avance muy somero del trimestre invernal (diciembre de 2022 y enero y febrero de 2023) confirma que volverá a ser más cálido de lo normal, especialmente en el mediterráneo y en el norte y el este de Europa. En relación a la precipitación, no se descarta, aunque la probabilidad no es excesivamente alta, que sea más lluvioso de lo habitual en áreas del mediterráneo occidental y en el norte continental, y más seco de lo habitual en el mediterráneo oriental.