Las inundaciones están siendo la normalidad este verano en muchas partes de Estados Unidos. Se han producido en Yellowstone, el Valle de la Muerte, en Utah Kentucky y en las últimas horas en varias ciudades de Texas, entre ellas dos de las más importantes: Dallas y Fort Worth. Se han producido decenas de rescates por las intensas lluvias.
El estado de Texas ha pasado de una sequía dramática a las inundaciones. Calles como ríos, coches flotando, casas y locales anegados… La imagen es catastrófica.
En tan solo 24 horas han caído más de 25 centímetros de lluvia en algunas zonas, el equivalente a la cantidad de agua que suele caer en todo el verano. Esto ha hecho que las carreteras desaparecieran por completo bajo las inundaciones y muchos conductores se vieran atrapados, entre ellos una mujer que no pudo ser rescatada y fallecía. Por ahora la única víctima mortal del temporal.
Incluso las ambulancias se veían en apuros para avanzar entre las riadas. Por si la dificultad de la inundación fuera poco, además, está el riesgo de las corrientes rápidas que se forman en las zonas con agua estancada, un peligro para quienes intentan ayudar en tierra a los afectados.
En solo una noche, se han producido 94 rescates, y hay áreas residenciales aún aisladas.
En total, unos 14 millones de personas están en alerta por las fuertes precipitaciones en el sur de Estados Unidos, donde el verano, como decimos, está siendo uno de los peores que se recuerdan.
En Kentucky, "al menos 37 personas murieron después de cinco días de fuertes lluvias récord que arrasaron las laderas de las montañas y ahogaron pueblos enteros, un evento que los científicos dicen que ocurre una vez cada 1.000 años", según The Guardian. Y el verano aún no ha terminado.