Una ola de calor de dos meses y la falta de lluvias están secando el Yangtsé, el río más largo de China, que sostiene alrededor de un tercio de la población del país. La sequía no solo deja imágenes preocupantes, sino que además está causando un problema con el abastecimiento de energía y teniendo un impacto en cultivos y ganadería.
El intenso calor que afecta a China desde junio y la escasez de precipitaciones ha mermado el crecimiento de los cultivos, sin riego para grandes extensiones de tierra, y empieza a causar problemas a los ganaderos, además de obligar a cortar el suministro de energía hidroeléctrica que producía el río Yangtsé. Se están realizando racionamientos de electricidad en hogares, industrias y centros comerciales.
Los afluentes, los que pueden aportar agua al Yangtsé también permanecen en extrema sequía. Los residentes de la zona dicen no haber conocido una cosa así en la vida, ni los más viejos de lugar recuerdan haber visto el lecho seco del río. Se puede incluso caminar por las piedras, como vemos en las imágenes.
Además, se está pidiendo a la población y las autoridades locales medidas como el uso de aires acondicionados siempre a una temperatura superior a 26 grados, el uso de escaleras en vez de ascensores, y se ha interrumpido la iluminación de fuentes y la requerida para actividades comerciales nocturnas. Algunas empresas han suspendido por completo la producción por la falta de electricidad.
China está empezando ya a aplicar medidas radicales, como la siembre artificial de nubes para hacer llover, aunque por ahora no está siendo muy efectivo. La ola de calor ha sido la más larga registrada desde 1961, con una duración de 61 días, y hasta 262 estaciones meteorológicas han registrado temperaturas extremas de 40 ºC o superiores, según Reuters.