Crisis inmobiliaria China: ¿podría España verse afectada?

Una nueva crisis económica global empieza a tomar forma tras los malos datos de la economía china cuya ralentización económica en el último trimestre solo creció un 0,4 % ha encendido todas las luces de alarma. Preocupa especialmente que el sector inmobiliario del gigante chino colapse ante el gran endeudamiento de sus empresas, los problemas de algunas de las constructoras más grandes del país y del mundo y, sobre todo por los primeros indicios de impagos de hipotecas por parte de los compradores.

En términos interanuales, el crecimiento de China se desaceleró al 0,4 % en el segundo trimestre, frente a la expansión del 4,8 % de los tres primeros meses de 2022.

De este modo, en el primer semestre del año, el crecimiento del PIB de China se estimó en el 2,5 %, lo que complica cumplir la meta de expansión del 5,5 % anual fijada por Pekín.

Expertos como Julian Evans-Pritchard, analista senior para China de Capital Economics, ya anticipan escenarios complicados en los próximos meses ya que "la realidad sobre el terreno estará más cerca de un crecimiento cero durante todo el año".  

Y no es el único, Tommy Wu, analista de Oxford Economics, advierte que "el crecimiento del PIB se desacelere significativamente en el cuarto trimestre, en gran parte debido a la debilidad inmobiliaria", algo que también comparte Evans-Pritchard al concluir que "por ahora, el golpe de la profundización de la recesión inmobiliaria está siendo suavizado por unas exportaciones muy fuertes, pero durante el próximo año, es probable que la demanda externa retroceda a medida que los patrones de consumo global se normalicen después de la pandemia y los pedidos atrasados se eliminen gradualmente".

En este escenario, el Fondo Monetario Internacional alertaba hace menos de un mes de los riesgos que podría tener para la economía mundial si la economía de China se sigue frenando.

En su informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales, el organismo internacional afirmaba que "en China, los nuevos confinamientos y la profundización de la crisis inmobiliaria han hecho que el crecimiento se revise a la baja en 1,1 puntos porcentuales, con importantes efectos de contagio a nivel mundial".

Pero, ¿qué hay detrás de la crisis inmobiliaria china?

Son muchos los elementos que socaban los cimientos de este sector económico de la potencia asiático, pero hay un nombre que aglutina a todos ellos: Evergrande.

Evergrande Group, o Evergrande Real Estate Group es el segundo mayor promotor inmobiliario en ventas del país con una cartera de clientes con un poder adquisitivo medio-alto. 

La edición en español de The New York Times aseguraba que Evergrande es "la promotora inmobiliaria más agobiada por las deudas en el mundo y lleva meses conectada a un respirador artificial". Sus ingentes obligaciones financieras de más de 300.000 millones de dólares, sus problemas de impagos a proveedores y accionistas y la amenaza de que deje sin vivienda a millones de ciudadanos ha girado todas las miradas a lo que hará el gobierno chino y cómo manejará esta crisis, sobre todo por "el mensaje que dará sobre las intenciones del país de sanear el sector empresarial nacional al dejar que se hundan las “bombas de deuda” como Evergrande".

Y como recuerda este medio, "el mercado inmobiliario chino se está desacelerando y hay menos demanda de nuevos apartamentos. La Institución Nacional para las Finanzas y el Desarrollo, un destacado grupo de expertos de Pekín, declaró que el auge del mercado inmobiliario había "mostrado signos de un punto de inflexión", y citó la debilidad de la demanda y la reducción de las ventas.

El último dato preocupante se conocía este jueves cuando la más importante promotora inmobiliaria china Country Garden ha advertido de que prevé que su beneficio neto atribuido en los seis primeros meses del año oscilará entre los 200 y los 1.000 millones de yuanes (29 y 145 millones de euros), lo que supondría una caída de entre el 98,6 % y el 93,3 de sus ganancias respecto del resultado de 15.000 millones de yuanes (2.174 millones de euros) del mismo periodo de 2021.

Asimismo, Country Garden ha adelantado que espera que su beneficio neto derivado de las actividades centrales del grupo se situará en un rango de entre 4.500 y 5.000 millones de yuanes (652 y 725 millones de euros), con una disminución de entre el 70 % y el 67 % respecto del primer semestre de 2021, cuando la compañía se anotó un resultado de 15.200 millones de yuanes (2.203 millones de euros).

La empresa ha indicado que la disminución prevista se debe principalmente al impacto del "difícil entorno comercial en el sector inmobiliario" y de la epidemia de Covid-19.

En este sentido, Country Garden ha experimentado una bajada en los ingresos por ventas de propiedades debido a la crisis del mercado y la ralentización de la construcción.

Los problemas del mercado inmobiliario chino está suponiendo un quebradero de cabeza para las autoridades que ven cómo la población se rebela contra las promotoras. Desde el pasado junio, se han registrado numerosos impagos de hipotecas por parte de compradores que ven cómo la construcción de sus viviendas está paralizadas por los problemas financieros de constructores y promotoras, según informa BBC.

Daniel Fernández, director de Market Trends asegura en un artículo que la principal causa de los problemas financieros que sufre el país es que "en China está explotando la enorme burbuja inmobiliaria que tienen entre manos".

Según apunta este experto "muchísimos de los promotores inmobiliarios chinos son gigantescos, el famoso Evergrande tiene activos por nada menos que 16 veces los activos del mayor promotor inmobiliario de Estados Unidos. Y tenemos que recordar que la economía de Estados Unidos sigue siendo más grande que la economía china".

Además, Fernández recuerda que "hasta el momento han quebrado oficialmente o se encuentran en quiebra técnica unos 26 promotores inmobiliarios chinos". Quiebras que se deben, según su análisis a que las cifras de venta de vivienda se han hundido en China más de un 31 % de mayo de 2020 a mayo de 2022; a la caída en el precio de venta de las viviendas, lo que indicaría que "el mercado de la vivienda sí está sufriendo por dinámicas propias de este mercado"; a que no se están iniciando proyectos nuevos al mismo ritmo que se venden las promociones ya terminadas; y que la financiación que reciben los promotores inmobiliarios en China ha caído en picado en los últimos meses.  

Una tormenta perfecta para una nueva crisis económica mundial

La crisis inmobiliaria china es solo uno de los elementos que conforman este preocupante panorama económico internacional que se completa con los efectos de la pandemia de covid-19, la crisis de suministros de materias primas y de alimentos, la subida de tipos en todo el mundo, la guerra de Ucrania, la crisis energética y, finalmente, la subida constantes de precios.  

Todos estos elementos están obligando a las entidades financieras a subir tipos y restringir la concesión de créditos, algo que ahora especialmente al sector financiero internacional y, al español en particular están registrando.

Por todo ello, las familias españolas se encuentran cada vez más con el agua al cuello y con menos recursos para llegar a final de mes. Los ahorros generados por los hogares españoles durante la pandemia de covid-19 están sirviendo para sortear el encarecimiento generalizado del coste de la vida, pero están llegando a su fin. La vuelta del verano se promete complicada para muchos sectores, especialmente el inmobiliaria, muy sensible a las crisis económicas y uno de los primeros en mostrar los síntomas de que la burbuja está estallando.

A pesar de todo ellos, para algunos, aún estamos lejos de una situación como la vivida durante el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008 al calor de la bancarrota de Leman Brothers.

Según el diario La Razón, "hay dos grandes diferencias entre la situación actual y la que vivíamos antes de 2008: por un lado, no hay tanta oferta como entonces y, por otro, el coste hipotecario es ahora mucho más bajo, lo que hace que nos podamos permitir financiar viviendas con un precio más elevado, al menos de momento".