Europa tiene problema grave con el agua este verano. "La mitad del continente tiene avisos y alertas por sequía", ha alertado el Observatorio Europeo de la Sequía, y las altas temperaturas no ayudan. En España, la imagen de pantanos y ríos vacíos está teniendo ya sus primeras consecuencias en muchas provincias, con restricciones al uso de agua hasta nuevo aviso.
Las precipitaciones no llegaron a alcanzar la mitad del valor normal en julio de 2022 en España, convirtiéndose en el tercer julio más seco registrado en el siglo XXI.
Tan solo tuvimos precipitaciones en por encima de lo normal en las islas Canarias y en algunas regiones del noreste peninsular, mientras que el mes ha sido calificado como “muy seco” en el resto de España.
En Lugo, el bajo caudal del río Miño ha dejado a la vista las ruinas del antiguo Portomarín, algo que también hemos visto en otras zonas de España. En el municipio de Zufre (Huelva), la sequía ha dejado al descubierto una antigua estación de ferrocarril, y en Barcelona la iglesia del San Román de Sau ha vuelto a ver la luz, antes sumergida.
Se están imponiendo cortes y restricciones de agua en Andalucía, Euskadi, Aragón, Navarra, Cataluña y Galicia, y las limitaciones podrían extenderse a otras comunidades en vista de la mala previsión de lluvias para las próximas semanas.
La reserva nacional de agua es muy escasa, con el conjunto de los embalses españoles por debajo del 38 por ciento de su capacidad total. Esto es, un 19 % más vacíos que en la media de los últimos diez años, y ocho puntos por debajo que el año pasado por estas fechas.
El paisaje está cada vez más agrietado en los embalses de Cataluña, con el de Rialb actualmente al 12 % de su capacidad, o el de Sau que vemos en las siguientes imágenes, al 37 %.
También los embalses de Madrid lo sufren, o los de Galicia, que no llegan al 50 por ciento de su capacidad en las cuencas de los ríos Miño y Sil.