El mapa de temperaturas en España se ha teñido de un rojo intenso. Y si en el aire el calor es evidente, en el suelo ni hablamos. Una cámara termográfica ha comprobado cuántos grados hace estos días a la sombra y al sol: bancos, aceras, motos… Muchos superan los 60 grados. Y el interior de los coches aparcados en la acerca puede ser lo más parecido a un infierno, con más de 80 ºC.
Una cosa es el aire, y otra es la tierra. Los satélites de Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, han medido la temperatura del suelo en la Península Ibérica los primeros días de la ola de calor. Este supera los 50 ºC en gran parte del país, y los 60 ºC en zonas del suroeste, especialmente en Extremadura y Portugal.
Este es el mapa de visualización de datos del Radiómetro de Temperatura de la Superficie de la Tierra y el Mar (SLSTR) de Sentinel-3, satélite de Copernicus.
Las zonas en un rojo más intenso, donde el suelo estará más candente, coinciden con las regiones del país donde está previsto que se alcancen las temperaturas más altas también en el aire. En Badajoz, el jueves podrá hacer unos 47 ºC de máxima, una temperatura que queda muy cerca del récord máximo absoluto de temperatura en España, que se registró en Montoro (Córdoba) durante una ola de calor en agosto de 2021.
También en el oeste de Andalucía el mapa se ha teñido de rojo, con temperaturas máximas previstas en torno a los 45 ºC, así como Madrid, Toledo o Salamanca, donde hará más de 42 ºC.
Hay varios factores que participan para calentar el suelo. En primer lugar, la insolación, que está siendo muy intensa estos días por la estabilidad anticiclónica favorecida por una dorsal, sin nubes que impidan que el sol caliente el terreno; la temperatura del aire, hasta 15 grados más alta de lo habitual para estas fechas, con la llegada de una masa de aire de África, y la superficie arbolada.
La vegetación no atrapa el calor de la misma manera que lo hace el asfalto, por lo que la diferencia de temperatura entre las zonas rurales y urbanas suele ser bastante pronunciada en las olas de calor.
El calor que emana del suelo es un peligro medioambiental, puesto que dispara la probabilidad de incendios forestales. Desde Copernicus advierten del riesgo especialmente en el suroeste de España y sur de Portugal, así como partes del sureste de Francia y el este de Italia.
Asimismo, hay que tener en cuenta el peligro que suponen para los animales las altas temperaturas del suelo. A la hora de pasear a tu perro, pon la mano en la acera para comprobar si quema, incluso por la noche, y durante el día busca siempre la sombra y las zonas con vegetación para evitar que se queme las patas.