La primera ola de calor del año nos ha traído temperaturas superiores a los 40 ºC en pleno mayo. A pesar de los días más frescos que se avecinan a finales del mes, con la llegada del verano meteorológico 2022 (del 1 de junio al 31 de agosto) los termómetros volverán a ir ascendiendo, y se espera que la estación sea más sofocante y más seca de lo normal en España.
Los meteorólogos de Meteored prevén un verano 2022 con temperaturas que serán de media unos 2 grados centígrados superiores a las normales.
En el interior peninsular se prevé que el verano climatológico comience con un junio muy cálido en el que se prevén anomalías de 3 grados centígrados por encima de lo normal. En el resto del país y en Baleares las temperaturas del verano podrían sobrepasar hasta en 1 ºC el promedio, por lo que será "muy caluroso", ha señalado Samuel Biener, meteorólogo de Meteored.
Estas anomalías se extenderán por el resto de Europa quedando al margen, curiosamente, solo el golfo de Cádiz y Canarias, donde los valores serán los habituales para la época.
Una dorsal anticiclónica podría mantenerse fuerte en latitudes medias y altas, provocando muchas horas de sol y apenas viento, lo que propiciará un calentamiento progresivo de la zona continental.
Por otro lado, el mar Cantábrico y el Mediterráneo mostrarán valores por encima de lo habitual con las consecuencias que ello conlleva, como el aumento de noches tropicales, que son aquellas en que la temperatura no baja de los 20 ºC en toda la madrugada.
En los meses de junio, julio y agosto la media de las temperaturas máximas suele superar los 35 ºC en zonas del valle del Guadalquivir y de las vegas del Guadiana. En puntos del sureste peninsular ese promedio se aproxima a los 34 ºC, al igual que en los valles del Ebro y Tajo.
Por el contrario, los valores diurnos más suaves se registran habitualmente en alta montaña, en el litoral cantábrico, en el noroeste de Galicia y las islas occidentales de Canarias. Las fechas tradicionales de mayor calor son las conocidas como la canícula, que comienza el 15 de julio y termina el 15 de agosto.
Biener subraya que en los últimos diez años han aumentado "de forma evidente" las noches tropicales, sobre todo en la vertiente mediterránea, el valle del Guadalquivir, el golfo de Cádiz y los archipiélagos, por lo que cabe esperar que lo tengamos complicado para dormir durante buena parte del verano.
Respecto a las precipitaciones, el meteorólogo de Meteored pronostica que este verano lloverá menos de lo normal en todo el territorio, especialmente en el centro, sur y en ambos archipiélagos, donde el verano, de por sí, es muy seco. No obstante, se pueden desarrollar en días puntuales tormentas intensas.
Las lluvias son más escasas en verano hoy en día, y sobre todo se producen en el interior de la Península y zonas de montaña, con granizadas que pueden devastar el campo, y en el extremo norte donde, a pesar de ser la estación más seca del año, la media sobrepasa los 200-300 litros por metro cuadrado.
El 1 de junio empezará el verano meteorológico en el hemisferio norte, mientras que el astronómico lo hará el 21 de junio de a las 11:14 horas, según informa el Instituto Geográfico Nacional, con los datos del Observatorio Astronómico Nacional.
Se diferencia entre los dos “veranos” para distinguir entre la ocurrencia del solsticio y el día que realmente recibimos más horas de luz solar, por la inercia de la atmósfera terrestre. Es en torno a tres semanas después del solsticio cuando se producen las temperaturas máximas más elevadas, alrededor del “centro” del verano meteorológico. De la misma manera, el invierno los días más fríos se dan unas semanas después del solsticio, a mediados de enero.
Así, el verano meteorológico sucede entre el 1 de junio y el 31 de agosto.