El aprendizaje socioemocional, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la educación del siglo XXI. Actualmente, las habilidades académicas por sí solas, no son suficientes para garantizar el éxito personal y profesional de los estudiantes.

Se ha dado mucha importancia a la capacidad de gestionar emociones, establecer relaciones saludables y tomar decisiones responsables. Estas características son esenciales para el desarrollo integral del niño. Pero, ¿qué es exactamente el aprendizaje socioemocional y cómo se evalúa?

Se trata de un proceso a través del cual los alumnos adquieren y aplican conocimientos, actitudes y habilidades que son necesarias para poder comprender y manejar emociones, establecer y alcanzar metas positivas, sentir y demostrar empatía por los demás, establecer y mantener relaciones positivas, y tomar decisiones responsables. Todas estas competencias están alineadas con el marco de referencia propuesto por la organización CASEL (Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning) en la cual se identifica cinco áreas clave: la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social, las habilidades de relación y la toma de decisiones responsable.

Este aprendizaje socioemocional no solo impacta en el bienestar emocional de los estudiantes, sino que también influye directamente en su desempeño académico y en su futuro profesional. Son muchos los estudios que han demostrado que los alumnos que desarrollan habilidades socioemocionales tienen una mejor capacidad de resolución de problemas, una mayor autoestima y un rendimiento académico superior.

En España, la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) pone en reconocimiento la importancia del desarrollo emocional en los centros educativos. Desde la educación infantil hasta la secundaria, se promueve la enseñanza de competencias socioemocionales a través de asignaturas como Educación en Valores Cívicos y Éticos y proyectos transversales que tienen como objetivo fomentar el bienestar emocional.

Evaluar el aprendizaje socioemocional es un desafío para los docentes. A diferencia de las materias tradicionales, en este tipo de aprendizaje no se puede evaluar con pruebas estandarizadas convencionales. No obstante, existen varios enfoques y metodologías que se pueden utilizar para evaluar las competencias socioemocionales.

Observación del comportamiento

Los profesores y maestros evalúan la evolución socioemocional de los alumnos mediante la observación de su comportamiento en el aula y en otros entornos escolares. En esta evaluación se pueden considerar aspectos como la participación en actividades grupales, la resolución de conflictos y la empatía demostrada hacia sus compañeros.

Cuestionarios y escalas de evaluación

Aunque no sean como las pruebas tradicionales, sí que existen cuestionarios y encuestas diseñadas para evaluar competencias socioemocionales, como la Escala de Inteligencia Emocional de Bar-On o el Test de Desarrollo Socioemocional. Gracias a estas herramientas se puede medir aspectos como la regulación emocional, la empatía y la capacidad de comunicación efectiva.

Autoevaluación y coevaluación

En diversos centros educativos, se promueve la reflexión personal a través de diarios emocionales o cuestionarios de autoevaluación. Los estudiantes han de ser capaces de valorar sus propias habilidades socioemocionales y también, pueden recibir retroalimentación por parte de sus compañeros en algunas actividades de coevaluación.

Estudios de caso y simulaciones

Para poder aprender algunas habilidades socioemocionales, es necesario crear simulaciones de ciertas situaciones, como pueden ser conflictos. A través de juegos de rol y analizando distintos casos, los estudiantes pueden desarrollar y demostrar sus habilidades socioemocionales en situaciones prácticas. Gracias a estas actividades, los docentes pueden evaluar la capacidad de los alumnos para gestionar sus emociones y resolver problemas de manera efectiva.

Programas y herramientas digitales

Cada vez son más los centros educativos que están incorporando herramientas digitales para poder evaluar este aprendizaje socioemocional. Plataformas como ClassDojo o apps especializadas en inteligencia emocional permiten hacer un seguimiento del progreso de los estudiantes y generar informes sobre su evaluación en tiempo real.

A pesar de todos estos avances en la integración del aprendizaje socioemocional, aún existen varios retos por superar. Uno de los principales desafíos es la necesidad de una formación específica para los docentes en esta área. Muchos profesores no tienen las herramientas necesarias para poder enseñar ni tampoco evaluar estas competencias de manera efectiva.

Algo que se debe mejorar también es la incorporación del aprendizaje socioemocional en la evaluación oficial de los estudiantes. Todavía no existe un modelo estandarizado a nivel nacional que pueda medir el impacto real de este aprendizaje en los alumnos.

Sin embargo, la tendencia es clara: el aprendizaje socioemocional va a seguir ganando importancia en la educación española. Gracias a la implementación de programas específicos, el apoyo de tecnología educativa y la formación docente, es posible que en los próximos años se pueda conseguir una mayor integración de estas competencias en el currículo escolar.