Durante la infancia se sientan las bases para el futuro, es durante esos primeros años de vida cuando se establecen los cimientos que darán lugar al desarrollo pleno de los niños, convertidos en adultos funcionales. No es obligatorio que acudan a la escuela hasta los seis años, pero no son pocos lo que en los años previos acuden a escuelas infantiles, empezando así a socializar con otros niños mientras aprenden habilidades y conocimientos nuevos.
Para muchas personas, la posibilidad de trabajar con esos niños durante una etapa tan importante de la vida es una gran oportunidad y para ello es necesario que haya escuelas infantiles en las que estos niños, de cero a seis años, puedan acudir a comenzar su formación. Abrir una escuela infantil no siempre resulta sencillo, es necesario tener un buen plan y también hacer una gran inversión previa, porque tampoco es para todos los bolsillos.
Abrir una escuela infantil es un proyecto muy interesante, formar parte de la vida de los niños en sus primeros años y ayudarles a aprender y disfrutar de esa etapa es muy gratificante, pero para ello es necesario saber que existen ciertos requisitos que hay que cumplir y también un presupuesto previo que se necesita, porque en el mejor de los casos, serán necesarios no menos de 60.000 euros para poder sacar adelante el proyecto, aunque las cantidades pueden variar.
Ese dinero es indispensable para poderlo invertir en todo lo que se necesita para una escuela infantil, no solo el local en el que se abrirá el proyecto, también todo el mobiliario necesario, los materiales didácticos y los profesionales que formen parte de la escuela, también otros elementos como los gastos derivados (agua, luz…). Es esencial tener una buena planificación, lo que incluye un estudio donde se analice la demanda en la zona o la competencia, entre otros factores.
Es importante que el local cumpla con todos los requisitos de seguridad y de accesibilidad, con zonas diferenciadas de juego, descanso, aprendizaje… también aseos. Necesita aulas ventiladas y patio de juegos, que ofrezcan un entorno cómodo y estimulante, existen ciertos requisitos a los que hay que adaptarse y que en ocasiones requieren que parte del presupuesto se invierta en obras y modificaciones para que el entorno sea seguro y aceptable.
En general, cada proyecto es diferente, lo que cambia el presupuesto, por ejemplo, es el tamaño de la escuela, lo que puede influir notablemente, también si es necesario hacer reformas profundas. El dinero suele invertirse en adecuar el local, con reformas, mobiliario y equipamiento necesario, pero también en obtener las licencias y permisos necesarios, como la Licencia de actividad o la Autorización educativa.
También hay que tener en cuenta los gastos que tendrán que reservarse para la contratación de personal cualificado y los gastos habituales que se necesitan en cualquier local, los de los suministros básicos. Una vez que se tienen en cuenta todos estos elementos, se puede comenzar a trabajar con un presupuesto, que, como mínimo, suele ser el señalado, pero lo habitual es que sea necesaria una inversión mayor que se espera recuperar con trabajo y tiempo.