Decidir cuándo es el momento adecuado para empezar a dejar que los hijos usen los teléfonos móviles no es una tarea fácil para los padres. A estos les asaltan preguntas como: ¿cuál es la edad adecuada para que tengan móvil?, ¿es bueno que nuestros hijos e hijas sientan que son el “bicho raro” sin acceso a un dispositivo móvil?, ¿cuánto tiempo podemos retrasar su uso?, ¿sabrán tener la suficiente madurez para hacer uso del móvil?, ¿están preparados para acceder a tal cantidad de información?... Y un sin fin de interrogantes relacionados con la gigantesca ventana al mundo que es Internet.
Frente a la toma de esta decisión, Patricia Gutiérrez, psicóloga del centro TAP y líder del proyecto social Familiando, invita a hacer una serie de reflexiones previas como: haber hablado con los menores sobre el uso y la responsabilidad de tener un teléfono móvil, preguntarles cómo los usan sus amigos para generar análisis y pensamiento crítico, identificar cuáles serán los puntos de mayor conflicto, ajustar las expectativas de los niños y adolescentes sobre la tenencia del teléfono o la concesión en base a la conducta de respuesta escalonada de cada menor. El contrato firmado entre padres e hijos, redactado por la misma psicóloga, quedaría así:
"De mutuo acuerdo y con alto sentido de la responsabilidad, la familia 'X' se compromete a cumplir las directrices que en el presente contrato se recogen. Para ello, todas las partes implicadas (nombre del menor y progenitores) leerán juntos las siguientes cláusulas (directrices) y si están de acuerdo, procederán a su firma. Cláusulas:
El uso del móvil para los menores de edad no es privado: los padres o tutores legales son los responsables ante la ley de cómo lo utilices, por tanto tendrán acceso a tus contenidos en un espacio compartido contigo para que identifiques que el uso que haces de esa información es adecuada. El tiempo para revisar el dispositivo se establecerá mensual o siempre que se precisa como necesaria, donde tú (nombre del menor) mostrarás que tipo de contenidos usas de manera habitual, y las redes sociales a los que tienes acceso, por ejemplo: grupos y conversaciones de WhatsApp si cuenta con esta red social.
Se descargará un sistema de control parental: para que tus padres se aseguraren que por error no has entrado en alguna página que sea perjudicial para ti o estés contactando con personas que pueden hacerte daño. Además, podrán gestionar con esta aplicación el tiempo de uso del dispositivo.
Cuenta con tus padres si tienes un problema: utilizarás el teléfono de forma responsable. No se trata de un juguete, es algo serio que conlleva responsabilidad. Si alguna vez te metes en un lío o tienes algún problema debes contárselo y buscaréis soluciones de forma conjunta, no debes responsabilizarte tú de “problemas adultos”. Si haces algo arriesgado con consecuencias legales, son tus padres los responsables últimos de tus actos. Si eso ocurre, cuenta con ellos desde el primer momento para resolverlo.
Tendrás unos tiempos de uso de una manera muy ajustada a las necesidades de comunicación con tus amigos, en momentos puntuales sin que estés todo el tiempo pendiente de mensajes o notificaciones para su respuesta. El uso del móvil es para poder comunicarte con tus amigos y/o familia, no es un dispositivo en el que podrás jugar o ver contenidos para el estudio (dependerá de la edad y los acuerdos a los que lleguéis).
No podrás llevar el teléfono al Centro Educativo. Si es necesario que lo tengas, tendrás que pedir permiso para llevarlo. En ese caso siempre respetarás las normas del centro.
No podrás descargarte nada sin consultarlo primero con tus padres, aunque para ti sea una app inofensiva.
Debes tener especial vigilancia con las demandas económicas que puedan surgir en la red. No hagas compras por internet sin consultarlo con tus padres, ni te metas en la publicidad que aparece en las distintas páginas. No rellenes datos personales, ni reveles datos tuyos o fotos personales, recuerda que todo lo que se cuelga en RRSS es público y tiene rastro infinito. Recuerda que podrías llegar a ser víctima de un delito de phishing y podrían robarte tus cuentas y datos personales.
Será importante que os paréis en familia a informaros sobre a los que nos enfrentamos con el uso del móvil: sexting, grooming, adicciones al móvil, etc. Los conoceréis y aprenderéis cómo evitarlos y combatirlos, y qué podéis hacer si se da alguno de ellos.
El contenido que uses en tu dispositivo es sensible y susceptible de que puedas cometer un delito, no debes hacer uso de fotos o vídeos de otras personas sin su permiso explícito, y si te llega un contenido desajustado (sexualizado o violento) debes borrarlo de inmediato y por supuesto no difundirlo. Si alguien te envía una foto íntima no la descargues, ni la compartas (puede ser un delito). Si se trata de un adulto o alguien que te está molestando debes decírselo de inmediato a tus padres o a cualquier otro adulto de referencia de tu entorno cercano
No utilizarás el teléfono móvil para dañar a ninguna persona. No insultarás a nadie, ni difundirás imágenes o comentarios ofensivos, ni participarás en conversaciones dónde se lo hagan a otros/as. Si ves que están acosando, excluyendo o abusando de alguien deberás comunicarlo de inmediato a tus padres para que puedan gestionar la situación y ayudar a esa persona. Recuerda una máxima: no hacer nada que no harías en persona o que no te gustaría que te hicieran a ti.
No incluyas en tus redes sociales (WhatsApp) a nadie que no conozcas personalmente, por internet es muy fácil que nos engañen. Contacta solo con aquellos que conoces previamente de forma personal e incluso cuando así sea, con las debidas precauciones para evitar que alguien se haga pasar por un conocido.
Si tus padres te llaman al móvil ¡cógelo!, necesitarán comentarte algo o simplemente saber que estás bien.
Por último, debes saber que si no cumples estas normas, tus padres tendrán que requisarte el teléfono durante un tiempo, hasta que puedas demostrar que te resulta posible hacer un uso responsable. Dependiendo de ese uso se irá ampliando o reduciendo tus privilegios y adaptando las normas".