El uso de pantallas por parte de los menores genera un conflicto constante en las familias. Para combatir sus peligros, el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona propone una serie de medidas, algunas novedosas, como retrasar el acceso al móvil hasta los 16 años, utilizar una tarjeta SIM con sistemas de control parental, no contabilizar el número de seguidores y, sobre todo, evitar el gesto de adicción del 'scroll infinito'.
Hemos citado varias, pero son 89 medidas las medidas que receta el Col·legi de Metges de Barcelona (COMB) para garantizar la protección digital de los menores. Parten del principio de "menor por defecto". Si al acceder a una web o una aplicación no se verifica la mayoría de edad, funcionaría con limitaciones adaptadas a los más pequeños. En el caso de las redes sociales se evitarían el número de "me gusta" o el recuento de seguidores.
"Los protegemos de esos disparadores de dopamina que es lo que hay detrás del proceso adictivo a las redes sociales", explica Lluís Mulero, consultor tecnológico y ciberactivista. También proponen una alerta del grado adictivo que puede tener un contenido o cualquier aplicación. Para todo ello hay que dar un paso más.
"La solución a este problema debe contar sí o sí con la complicidad de los operadores de telecomunicaciones", detalla Mulero. Por ejemplo, con tarjetas SIM, redes wifi y ruters que permitan la protección parental. Aunque los expertos dan un paso todavía mayor. Recomiendan evitar el uso a los menores de seis años.
"La exposición temprana a las pantallas impide que el lenguaje se desarrolle con normalidad", comenta Rosa Calvo, psiquiatra infantil y doctora del COMB. Y aconsejan retrasar el primer móvil hasta los 16 años. Alertan de los riesgos: "Trastorno del sueño, disminución de la atención o baja autoestima". Demasiados problemas para dejarlos en sus manos.
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