Menú escolar equilibrado: cómo debe ser y los errores que se cometen en los comedores, según la OCU

Hasta 1,8 millones de niños de educación infantil y primaria comen a diario en el colegio. Pero, ¿qué tal comen? Es la pregunta que se ha hecho la OCU en su último y exhaustivo informe sobre los menús escolares. Para resolverla, la asociación en defensa de los consumidores ha analizado 622 menús mensuales diferentes enviados por familias de toda España, con niños en edad escolar en colegios públicos (73%), concertados (21%) o privados (6%). Los menús estudiados, del curso pasado, corresponden a los meses comprendidos entre marzo y junio de 2023.

Primero, la OCU ha establecido cuál es la dieta más saludable para los menores: debe contener alimentos ricos en hidratos de carbono, como arroz, pasta o patatas como plato principal o guarnición. Incluir legumbres un par de veces a la semana, como plato principal o guarnición. Fruta a diario. Verdura, también como plato principal o guarnición. Y carnes, pescado y huevos alternándose en los platos principales, pero es importante dar prioridad a las carnes magras y al pescado sobre otros alimentos más grasos.

Menos purés, más verduras enteras y fruta a diario

En el caso de los platos preparados, hay que evitar precocinados y frituras, apostando mejor por guisos, preparaciones a la plancha o al horno. En resumen, una buena dieta para niños, como para los mayores, debe ser variada y equilibrada. Sin embargo, las conclusiones del estudio revelan que los menús escolares suspenden en la mayoría de las materias: se comen más raciones de hidratos de las recomendadas, pero menos de legumbres. La mayor parte de las verduras se sirven en puré, perdiendo la calidad de los platos preparados con las piezas enteras como la menestra, la coliflor o las judías verdes.

Tampoco se cumple con el sumo mínimo del huevo, establecido una vez a la semana. Ni con la pieza de fruta a diario, pues los niños comen fruta en los comedores alrededor de tres veces a la semana. Los platos precocinados como las croquetas, empanadillas o san jacobos se sirven en poca cantidad, 0,55 raciones a la semana, aunque sería aún mejor si se redujeran a una vez cada dos semanas. Por tanto, las recomendaciones de la OCU para mejor el diseño de los menús escolares son:

  • Reducir el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas) y aumentar el de legumbres. Queda pendiente incorporar los alimentos integrales; en la actualidad el 36% de los menús ni siquiera ofrecen pan integral.
  • Trabajar más el equilibro de los menús, reforzando la presencia de legumbres, huevos, pescado azul y fruta fresca y reduciendo la presencia de precocinados y postres dulces.
  • Variar más en alimentos y elaboraciones, dando prioridad a elaboraciones con menos grasa. Y evitar repeticiones entre platos y guarniciones: por ejemplo, un primer plato de pasta, patata o arroz debe alternarse con una guarnición de verdura (y viceversa).
  • Aumentar la presencia de productos de cercanía para mejorar la sostenibilidad de la gestión de los comedores escolares. Por otra parte, cerca del 40% de los menús no incorpora alimentos de producción ecológica.
  • Es preciso equilibrar el conjunto de la dieta del niño: lo que no coma en el cole debe tomarlo en casa, en la cena o entre horas.

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