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La lectura ha sido durante años una de las maneras más bonitas de alejarse de la realidad y meterse en la vida de otros. Con la aparición de las nuevas tecnologías, no obstante, muchos libros han quedado para las estanterías.
Los últimos datos del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, publicado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), confirman que los jóvenes españoles son el segmento de población con un mayor hábito lector. En esto han contribuido sus familias, ya que en el 76,3 % de los hogares con niños menores de 6 años, los padres leen a sus hijos.
Este hábito se establece definitivamente en las siguientes franjas de edad. El 86 % de los niños de entre 6 y 9 años leen habitualmente en su tiempo libre, igual que los adolescentes de entre 10 y 14 años.
Incentivar la lectura en casa es muy importante, tanto el colegio como la familia son la referencia inicial tanto de niños como de adolescentes en los hábitos de lectura. Compartimos algunas de las medidas que se pueden tomar desde el hogar para incentivar la lectura entre los adolescentes.
Tanto los niños como los adolescentes suelen hacer lo que ven en casa. Si sus padres tienen muy arraigado el hábito de lectura es más fácil de los adolescentes sigan adquieran también la pasión por los libros. No estamos hablando solo de libros, hablamos también de cómics, periódicos, revistas, libros de cocina, de ciencia… cualquier cosa que le interese al adolescente trasladarse a la lectura.
Para que los adolescentes tengan ganas de leer, es importante también crear el ambiente adecuado para que le vayan cogiendo el gustillo. En el colegio estaríamos hablando de la biblioteca, de un momento en concreto en clase, cuando ellos puedan llevar su libro e incluso de la lectura en alto en el aula. En casa se puede optar por encontrar un momento al día, o a la semana en el que toda la familia le dedique un momento a leer, aunque cada uno su libro.
Como decíamos antes, en la variedad está el gusto. Cada vez son más las publicaciones, libros que tratan diferentes temas. Los libros que vienen impuestos por el colegio muchas veces no son del interés de los jóvenes. Dejarle escoger la revista, libro o comic de uno de sus hobbies o de algo que le interese es primordial.
Existe contenido audiovisual para adolescentes, como series de películas que realmente están basadas en noveles y libros. Si se enganchan a una serie es posible que el libro también les cautive pues ya conocen la trama y a algunos de los personajes.
Desde El placer de la lectura, aseguran que la compresión y la reflexión son claves a la hora de conseguir que los adolescentes amen la lectura: “más allá de leer por leer, es importante enseñar a los jóvenes a interactuar con los textos de manera crítica y reflexiva. Esto implica discutir los libros en el aula, animar a los estudiantes a cuestionar y formular sus propias opiniones sobre lo que leen, y relacionar los textos con sus propias vidas y el mundo que les rodea. Al fomentar el análisis y la interpretación personal de los textos, los educadores pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y comprensión profunda, que son esenciales no solo para la lectura sino para la vida en general. Estas habilidades enriquecen no solo su experiencia como lectores, sino también como individuos conscientes y reflexivos en la sociedad.”
Los adultos muchas veces pensamos que la lectura está siempre ligada al papel, ya sea un libro, revista o periódico. Lo cierto es que, con la evolución de las tecnologías, todo ha cambiado y el libro electrónico puede ser un gran aliado en la lectura adolescente. Existen plataformas de lectura que animan a los jóvenes a aficionarse a este apasionante mundo.
Un punto muy importante a la hora de incentivar a los adolescentes a leer, el objetivo que la actividad sea divertida e interesante, porque solo de ese modo se convertirá en un hábito. Recuerda que, entre los objetivos, encontramos el animar a los adolescentes a leer y a que perseveren en un libro aunque les cueste, pero no les obligues a realizar esta actividad o a terminar un libro que no les gusta, porque conseguirás el efecto contrario.
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