El verano es la época de las vacaciones por excelencia, lo que permite disfrutar de nuevas experiencias, pero también pasar tiempo en familia. Esto es ideal en el momento en el que los adultos tienen vacaciones, pero estas nunca son suficientes para cubrir las de los niños, que disfrutan de un mayor tiempo libre.
Durante los meses en los que hay colegio, los pequeños tiene horarios fijos que se ajustan ligeramente a los de sus padres, lo que permite que ambas partes estén ocupadas durante el día y puedan encontrarse con ganas al terminar la jornada. Durante el verano, es para los padres un gran alivio saber que pueden optar por dejar a sus hijos en un campamento.
Esto permite que los padres puedan estar tranquilos sabiendo que sus hijos están en buenas manos y evita tener que planificar la manera de que no pasen solos demasiado tiempo, una gran solución para los padres, pero que también es una estupenda solución para los niños porque, más allá de llenar su tiempo con experiencias enriquecedoras y nuevos amigos, un campamento de verano tiene muchos beneficios extra.
10 beneficios de los campamentos de verano
Desarrolla habilidades sociales. Los campamentos de verano obligan a los niños a relacionarse con otras personas de una edad similar que proceden de diferentes lugares, lo que aumenta sus habilidades sociales.
Estimula la creatividad. Las nuevas actividades y experiencias de las que van a disfrutar son ideales para potenciar su creatividad.
Fomenta la independencia. En los campamentos de verano, el niño sale de su zona de confort, está ‘solo’ y necesita valerse por sí mismo, enfrentándose a situaciones nuevas.
Mejora la confianza y autoestima. No contar con la presencia de su círculo habitual hace que tenga que desenvolverse por sí mismo, lo que aumenta la autoestima, enfrentando problemas y llegando a soluciones exitosas.
Aumenta la actividad física. Estos campamentos cuentan con muchas actividades al aire libre, que les invitan a hacer ejercicio mientras juegan.
Aprende respeto. El deporte fomenta el compañerismo, pero también les enseña a saber ganar y saber perder.
Contacto con la naturaleza. Suelen ser en ambientes rodeados de naturaleza, lo que hace que tengan un mayor contacto con ella y se sientan mejor por estar al aire libre.
Nuevas aficiones. En estos campamentos hay tantas actividades que es probable que descubran su pasión por alguna actividad que nunca antes habían pensado practicar o que siempre habían querido probar, pero no habían tenido opción.
Mejora el aprendizaje. En las escuelas se aprende de una manera determinada, al cambiar el enfoque, se pueden descubrir nuevas formas de aprender, lo que aumenta sus habilidades en esta área.
Es una experiencia divertida. Los pequeños van a estar rodeados de gente de su edad, de naturaleza y actividades divertidas, por lo que harán nuevos amigos, nuevos recuerdos y será una experiencia que recuerden durante toda su vida.
El verano es una época en la que conciliar parece más complicado todavía, pero un campamento de verano puede ser una buena idea para hacerlo más sencillo, mientas los más peques de la casa viven una experiencia enriquecedora.