Los alumnos que este curso se enfrentan a la EVAU hace tiempo que llevan escuchando lo importante que es que se preparen para los exámenes, no solo académicamente, también es importante afrontar esta prueba con energía, con ganas y, sobre todo, con calma.
Para que eso suceda es clave llevar las asignaturas muy bien aprendidas, pero también saber qué dificultades se pueden encontrar ese día y cuál es la mejor manera de evitarlas, como sucedo con aquellos alumnos con discapacidad que necesitan que la EVAU 2024 se adapte a sus circunstancias y necesidades.
Hay alumnos que requieren medidas especiales y específicas en su proceso de educación y para ellos es necesario poner en marcha medidas educativas especiales que les faciliten en proceso de aprendizaje, adaptándolo a sus necesidades. Algunos de los casos más habituales de alumnos que necesitan apoyo educativo son aquellos que tienen dislexia, Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o las discapacidades física, auditiva o visual.
Además, para la EVAU también se han creado protocolos que contemplan trastornos de salud mental como la ansiedad o la depresión, adaptando así la prueba a las circunstancias de cada alumno. Si bien la prueba es igual para todos, en los casos en los que sea necesario se introducen diferentes modificaciones, como el uso de medios técnicos o tecnológicos, atención personalizada, adaptación del formato de los exámenes o la inclusión de un tiempo adicional, entre otras.
Cada Comunidad Autónoma establece los canales y tiempos necesarios para solicitar esta ayuda, por lo que no es mala idea estudiar cada caso particular, aunque lo más habitual es que sea el centro el que se encargue de la solicitud oficial a la universidad asignada, una vez que el alumno haga lo propio con el Instituto o el centro de Formación Profesional en el que esté cursando sus estudios.
Para poder solicitarlo, es necesario que en el centro en el que se encuentra cursando sus estudios ya haya hecho las adaptaciones necesarias y este se haya beneficiado de ellas. No obstante, si la persona se presenta por libre, tendrá que ser él o ella misma quien presente la solicitud, ya sea en la propia universidad o a través de los Departamentos de Educación de cada comunidad autónoma.
Se establecen adaptaciones concretas para cada caso, por ejemplo, para el alumnado con discapacidad auditiva, se amplía el tiempo de las pruebas, se les reserva un sitio en primera fila, se les ofrecen instrucciones personalizadas, un intérprete en lengua de signos o se les exime de la parte oral en el examen de lengua extranjera.
En caso de discapacidad visual, además de más tiempo, el texto y el examen serán en un formato mayor, los exámenes podrán ser el braille o facilitar un equipamiento específico al alumno, como un ordenador, programas específicos o un teclado braille, también la posibilidad de hacer el examen en un aula aparte. Si la discapacidad es física, además de espacios y mobiliario adaptado, pueden tener personal de apoyo, permiso para salir del aula, instrucciones en caso de crisis o permiso para tomar alimentos o medicamentos.