La Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), conocida también como EBAU, es una prueba determinante para la vida académica de los estudiantes de Bachillerato en España y, por tanto, también para su futuro laboral. Es precisamente por esa relevancia que la preparación para este examen puede llegar a generar una gran cantidad de estrés y ansiedad. Una de las preguntas más habituales que se hacen los estudiantes es qué hacer el día antes del examen: ¿deberían seguir estudiando, dedicarse a repasar o simplemente descansar?
La preparación para la EvAU no es una tarea que deba dejarse para el último día o que se realice de un día para otro. Idealmente, los estudiantes deberían haber planificado su estudio con suficiente antelación, distribuyendo el contenido a lo largo de varias semanas. Sin embargo, el día antes del examen es clave para poder consolidar los conocimientos y manejar el estrés. La clave es encontrar un equilibrio entre estudio, repaso y descanso.
El estudio implica la adquisición de nuevos conocimientos. Llegar al día antes de la EvAU teniendo todavía la necesidad de estudiar nuevos contenidos puede ser señal de una planificación previa deficiente. Los expertos en educación, como los del Consejo de Educación de España, sugieren que el día antes del examen no debe dedicarse a aprender temas nuevos, ya que esto puede incrementar la ansiedad y la fatiga mental .
Repasar, por otra parte, es la acción de revisar y reforzar lo que ya se ha aprendido. Según distintos estudios, como uno de la Universidad de Harvard, el repaso puede ser muy beneficioso los días anteriores al examen si se realiza de manera estructurada. Se recomienda emplear técnicas como la repetición espaciada y mapas mentales para consolidar la información y mejorar la retención a largo plazo. Además, es útil centrarse en los puntos más débiles para reforzar la confianza.
Sin embargo, lo que de verdad se recomienda el día antes de una prueba es descansar y aprovechar para revisar algún contenido, durmiendo las horas suficientes para estar descansado durante el examen. Esto nos ayudará a suportar mejor la presión y el estrés de este tipo de eventos.
El descanso es fundamental para el rendimiento cognitivo. La falta de sueño puede afectar negativamente la memoria, la concentración y la capacidad de resolver problemas. Según un estudio de la Universidad de Stanford, los estudiantes que duermen adecuadamente la noche antes del examen tienen un rendimiento significativamente mejor que aquellos que no lo hacen.
Una buena alternativa es dedicar una parte del día a revisar resúmenes, esquemas y apuntes importantes. Nada de temas nuevos, sino un refuerzo de los conceptos clave que ya hemos estudiado.
Otra alternativa puede ser realizar un simulacro de examen, ya que puede ayudarnos a familiarizarnos con el formato de la prueba y gestionar el tiempo de manera más eficiente. La mejor opción siempre sería tratar de recrear las condiciones del examen para reducir la ansiedad el día real de la prueba.
Incorporar a este día una sesión de actividad física moderada, como una caminata o una ejercicio ligero puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. La liberación de endorfinas durante el ejercicio ayuda a mejorar la concentración y el bienestar general.
Por encima de todo debemos asegurarnos de tener una rutina de sueño regular. Hay que intentar dormir al menos 8 horas la noche anterior al examen. Un sueño reparador es crucial para la memoria y la función cognitiva. Además, lo ideal sería acompañarlo de una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas, evitando comidas pesadas y alimentos con alto contenido de azúcar o cafeína que puedan interferir con el sueño.
El día antes de la EvAU debe ser una combinación equilibrada de repaso y descanso. Es recomendable evitar estudiar temas nuevos y enfocarnos reforzar lo que ya hemos aprendido. También es recomendable dedicar tiempo a actividades de relajación y asegurarnos de descansar de manera apropiada antes del examen.