Hay muchos motivos para solicitar una beca, ya sea académica, de estudios o por concurrencia competitiva, en el caso de un artista o un investigador que necesite financiación para desarrollar un proyecto profesional relacionado con su disciplina.
Estas ayudas públicas o privadas son muy útiles, ya que suelen ofrecer oportunidades interesantes para desarrollarse personal y profesionalmente, como pueden ser los programas de mentoría, pasantías, viajes de estudio o la participación en conferencias y eventos académicos. Sin mencionar el prestigio, claro. Algunas son ese distintivo que hace brillar un currículum. n los casos en que no se cuenta con recursos económicos suficientes, son imprescindibles para cursar ciertos estudios (las becas MEC, por ejemplo).
El aspecto financiero quizá sea el punto clave. En muchos casos, las becas son la única manera de sostener económicamente una vocación, gracias a su dotación económica para realizar ciertos estudios, realizar investigaciones o producir proyectos, en el caso de artistas e investigadores que la soliciten.
En general, dependerá mucho del tipo de beca, ayuda o subvención que solicitemos y de las bases específicas que la regulen.
No todas tienen la misma finalidad ni piden los mismos requisitos, aunque la mayoría de las públicas ofrecen un periodo de alegaciones, recurso de reposición o recurso contencioso administrativo para presentar una reclamación. Es decir, cualquier solicitante podrá tratar de impugnar la decisión en el periodo que estipulan las bases de la convocatoria a través de un procedimiento ya recogido en las propias bases.
En un primer momento, sería importante comprender por qué se ha denegado la beca o ayuda, sobre todo para saber si tiene algún sentido reclamar. En las públicas, por concurrencia competitiva o méritos académicos, las instituciones y organizaciones suelen publicar una lista de solicitudes admitidas y excluidas, y en este segundo caso, probablemente aparecerán los motivos que han llevado a denegar la ayuda: falta de documentación, no acreditar suficientemente el currículum o la trayectoria profesional, o no cumplir alguno de los requisitos de renta.
Así pues, estudiar la notificación de denegación será clave para conocer de primera mano qué requisitos no cumplimos, y en caso de que pensemos que no se ha valorado adecuadamente nuestro perfil, preparar las alegaciones y las pruebas para impugnar la decisión ante la unidad de becas de la universidad, la Consejería de Educación o el organismo público o privado del que dependa la ayuda.
Si, por ejemplo, queremos reclamar que nos han denegado una beca MEC, los expertos recomiendan presentar alegaciones en un escrito que incluya: datos del alumno/ o del solicitante, proveedor familiar principal (padre o madre), información relativa al domicilio familiar y al centro educativo donde se realicen los estudios, motivo por el que se nos ha denegado, cuantía que se nos ha concedido y las alegaciones que realizamos para que se reconsidere la decisión.
Buena parte de las convocatorias de becas más conocidas ya permiten la tramitación por internet. Si contamos con un certificado electrónico, el proceso será mucho más sencillo que si tenemos que acudir de forma presencial al departamento correspondiente.