Los padres y las madres de los alumnos del IES José Antonio Fernández del municipio de Lepe (Huelva) han dicho basta. Sus hijos e hijas estudian en unas "lamentables" condiciones de "insalubridad y peligrosidad".

Esas que se pueden ver en las instalaciones del centro educativo, "desde hace varios años" y sin que se les haya puesto "solución". Desde el AMPA El Aula describen concretamente cuál es la situación: "Suciedad, baños cerrados y cables al descubierto".

A diario reciben las quejas de los estudiantes. No pueden más. Por eso, han acordado "por unanimidad" tomar "acciones legales contra los responsables administrativos" de un instituto en el que se forman casi 1.200 personas.

En un comunicado de este miércoles 24 de enero, han recordado que "en numerosas ocasiones se han dirigido al equipo directivo y a la administración educativa". Han enviado peticiones a la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo, "sin obtener respuesta".

Por tanto, aseguran que la "única salida" que ven "viable" es acudir a la justicia. Porque sus reclamaciones por otras vías ya han visto que no han servido para solventar los problemas, que se llevan arrastrando curso tras curso.

Las familias del propio alumnado estuvieron en el centro esta semana y pudieron comprobar "el lamentable estado de limpieza y de mantenimiento". Así como la falta de trabajadores para realizar estas tareas: "Se van agravando a medida que pasa el tiempo".

Específicamente, los progenitores denuncian que el mobiliario "está extremadamente deteriorado". Apenas se han repuesto mesas y sillas rotas o con importantes desperfectos en los últimos años. Por lo que es normal que falten e incluso se tengan que coger de otras aulas.

Una de las circunstancias más graves son los baños cerrados. Explican que el instituto "sólo mantiene abiertos unos pocos por no poder limpiar más". Así que los alumnos se ven obligados a ir a otros edificios y plantas a hacer sus necesidades.

Ello provoca "grandes concentraciones y esperas, ya que su uso está permitido sólo durante el recreo". Encima, están en un pobre estado: "No tienen manillas ni cerrojos en las puertas que dan acceso a los retretes y en muchos casos tampoco tapas en los inodoros".

Incluso existen "agujeros que obligan a poner algún objeto taponándolos, para mantener la intimidad" durante su uso. La situación ha generado hasta "casos de infecciones de orina y numerosas quejas de las alumnas cuando tienen la menstruación".

Por otro lado, consideran peligrosas las instalaciones porque "muchos enchufes, interruptores y cajas de registro eléctrico están rotos". Por lo que hay "cableado sin ningún tipo de protección, a la vista". Esto es un grave riesgo para todos.

También "cantidad de esquinas y paredes de aulas y pasillos tienen los azulejos rotos o desprendidos, lo que puede causar fácilmente heridas". El AMPA El Aula hace una mención especial a las cuatro aulas modulares.

Conocidas como "Las Caracolas", se colocaron de manera temporal, pero ya llevan años funcionando "sin las condiciones mínimas de habitabilidad". Es decir, que no tienen calefacción ni aire acondicionado ni medios técnicos".

Se encuentran junto a una calle industrial con constante tráfico y rodeadas "de una parcela llena de maleza". "No tienen baño ni se limpian. Además, por una valla entran y salen personas sin autorización del centro", lamentan.

Para concluir, los padres y las madres de los alumnos anuncian que "no descartan organizar manifestaciones" para exigir la mejora de las condiciones en las que sus hijos e hijas estudian en un espacio de titularidad pública.

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