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A medida que se acerca una de las épocas más mágicas y esperadas por los más pequeños, la ilusión y la emoción crecen entre ellos. Llega el momento de hacer la carta para Papá Noel y los Reyes Magos, y la lista de deseos de los niños está experimentando un cambio notable.
Los regalos tradicionales han dado paso a una tendencia marcada por la demanda de teléfonos móviles y tablets por parte de los más pequeños, una transformación que no solo está impactando en las empresas del sector juguetero, sino que también suscita un debate sobre el impacto en la infancia de esta preferencia por la tecnología.
Úrsula Perona, psicóloga infantil, explica cómo el regalo estrella es una videoconsola o un teléfono móvil, algo que los jóvenes empiezan a pedir más a temprana edad. “Con el efecto Tik Tok, niñas de 8 y 10 años piden en la carta productos para hacerse un skin care, porque las redes sociales les está creando necesidades que nada tiene que ver con su edad. Les estamos adultizando su infancia”, explica a Informativos Telecinco.
Por eso, el papel de los padres es fundamental para regular lo que compramos, “porque no tenemos que comprar todo lo que piden en la carta. La carta de los Reyes Magos no es una lista de la compra, ellos piden sus deseos y los padres, como adultos, tenemos que decidir qué es conveniente y qué no”, añade Úrsula.
Y es que, puede que el deseo de cualquier madre o padre sea complacerles, “pero también sabemos qué es adecuado y qué no, según su edad”. Tal y como destaca la psicóloga Úrsula, es necesario que los niños sigan jugando: “Es vital. Es malo que dejen de jugar, y creo que privarles del juego es una forma de negligencia en la educación. El niño está diseñado para jugar, porque así va a aprender en los primeros años de vida, hasta los 10 u 11 años”.
También es evidente que “no podemos ir contra la sociedad”, pero bien es cierto que “se está adelantando la preadolescencia. Hemos saltado una etapa evolutiva en la infancia”, añade Úrsula Perona, que está convencida de que la tendencia de la sociedad es adultizar la infancia, por ejemplo, con la música.
Úrsula destaca, además, que es importante incluir regalos emocionales, no regalar únicamente cosas materiales.
Por otro lado, un sector muy afectado es el juguetero. “Es una temporada complicada y confusa”, explica César Bernabeu, gerente de Berjuan. Y es que, tal y como asegura, la natalidad sigue disminuyendo, así como la franja de edad, por ejemplo, de niñas que piden jugar con muñecas.
Por eso, el sector busca nuevos nichos de mercado. Berjuan está apostando por una línea de mascotas y cachorros, tanto para el público infantil como para el adulto: “Conseguimos llegar a adultos, a coleccionistas que quieren tener, por ejemplo, un recuerdo de su mascota en forma de juguete”, explica Bernabeu.
Maite Francés directora de marketing de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes explica que “nos encontramos con la tormenta perfecta: descenso de natalidad y subida de inflación”.
Y son cada vez más los nuevos modelos de familia, “en los que los niños dejan de serlo antes. La edad de juego se alargaba hasta los 12 años, y ahora con 9 dejan de jugar. Incluso con edades más tempranas”, añade desde la asociación.
Sin embargo, el sector se ha encontrado con un mercado emergente: los juguetes para adultos, que supone un 25%, con un crecimiento del 7.1% este año.
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