La protestas de un supuesto progenitor que habría acudido a un concierto de la nueva gira de Aitana acompañado por su hija de siete años ha levantado una curiosa polémica sobre los límites de la libertad creativa de los artistas y las obligaciones de los padres para proteger a sus hijos de contenidos que no consideren apropiados para ellos.
La crítica, ficticia, lanzaba a través de la red social X, antes conocida como Twitter, de un usuario que, a través de un perfil no real que utilizaba la ironía para criticar a la cantante catalana Aitana, por convertir su concierto en un espectáculo "pornográfico" provocó un debate. Según su denuncia, "acabo de estar en ese concierto con mi hija de 7 años y hemos tenido que irnos de allí al igual que muchos padres con sus hijos. Esperamos un concierto familiar y para los niños. Espero que Aitana pida disculpas por esta actuación tan pornográfica", concluía en un tono irónico.
La polémica saltaba a programas como 'TardeAR', de Telecinco, en el que se abordaba esta cuestión defendiendo la libertad creativa de Aitana y su evolución profesional. Los expertos también piden separar el derecho de Aitana a expresarse artísticamente con libertad y la responsabilidad de los padres de saber a qué contenidos acceden sus hijos.
El psicólogo, Javier Urra, plantea también otros aspectos a considerar en esta polémica artificial. El primero de ellos es la necesidad de que los padres tengan más información sobre los contenidos de los espectáculos, "sería bueno un sistema de comunicación que informa a los padres de para qué tipo de público está dirigido el espectáculo", ya que, recuerda en relación con el concierto de Aitana que "posiblemente en un chico de 15 o 16 años no genere el más mínimo problema, pero, a lo mejor, para un niño de 7 años sí".
Urra también se pregunta si "un niño de siete años debería de haber ido a este concierto" y su recomendación es que "no", aunque entiende perfectamente que "pueda haber padres que tomen una decisión así". Según este experto, "creo que en el caso que nos ocupa, el tema está más en que iban con unas expectativas y se encontraron con un artista que en un momento determinado ha evolucionado".
Más allá de esta polémica, que ha servido de altavoz a la nueva gira de Aitana, Urra plantea desde su experiencia como psicólogo y ex Defensor del Menor de Comunidad de Madrid, cómo deberían de actuar los padres ante una situación similar. Para eso explica que "los siete años es una edad muy significativa. Es cuando un niño entiende y ya puede ponerse en el pensamiento del otro. Ya tiene un criterio algo moral", algo que permite ya a los padres, explicar lo que han visto y cuál es el contexto de por qué ha sucedido y todo ello haciendo hincapié en mensajes de "amor y belleza y explicando lo que es el arte, y la expresión artística que algunas veces culmina con más acierto y otras con menos, pero sin "ir mucho más allá".
Porque también debemos de tener en cuenta que "a los niños hay que hablarles desde el cariño", e interesarse también por lo que han visto y cómo lo sienten preguntándoles si "hay algo que les ha llamado la atención o si quieren hacer alguna pregunta sobre lo que han visto".
Para este experto, es importante intentar que los artistas sepan transmitir a su público, en un momento de evolución, que pasan de estar enfocados a todo tipo de público a otro más adulto, transmitir este cambio para no sorprender a los padres.