La Inteligencia Artificial (IA) está aquí para quedarse. De hecho, Google ya trabaja en Bard, otro 'chatbox' que pueda competir con ChatGPT. Ya lo advertía Bill Gates: "Nunca tendrá que volver a un buscador web o a Amazon". Esta nueva tecnología plantea múltiples debates en diversas áreas, entre ellas, la educación.
¿Tenemos que preocuparnos por su uso en menores?, ¿cómo cambia esto la educación en las nuevas generaciones?: son algunas de las dudas que se plantean en este nuevo escenario y que ya se preguntan padres y profesores. Se eleva, incluso, a la UNESCO que ya ha pedido a los gobiernos una respuesta coordinada para integrar ChatGPT en la educación priorizando la seguridad.
Para dar respuesta a cuestiones como las anteriores, Juan García (@crianzadigital), formador y consultor de estrategia digital, ha publicado un vídeo en su cuenta de Instagram explicando brevemente el funcionamiento del ChatGPT y los riesgos que plantea para las nuevas generaciones.
“Tus hijos no van a buscar en Google y probablemente de aquí a unos años tú tampoco”, advierte antes de explicar el funcionamiento del Chat GPT con un sencillo ejemplo: “Imagina que quieres aprender a que las patatas fritas te queden verdaderamente crujientes. Esto es lo que pasaría si lo buscas en Google: ya lo sabes, un montón de resultados y tienes que ir probando uno detrás de otro hasta encontrar el mejor. Esto es lo que pasaría si lo buscas en TikTok: también tienes un montón de resultados, pero al menos sabes a priori que van a ser vídeos cortitos de 30 segundos con un ritmo vertiginoso. Esto es lo que pasaría si lo buscas en ChatGPT: una única respuesta, ¿la respuesta definitiva?”.
“ChatGPT es un asistente basado en Inteligencia Artificial, que igual te hace un menú semanal con las sobras que tienes en la nevera que te ayuda con el TFG. Es un modelo de lenguaje que genera palabras basándose en una probabilidad”, señala.
Y, ejemplifica: "Imagina que digo algo como ‘tengo mucha sed, así que me voy a beber un vaso de…’, lo más probable es que digas: ‘agua’. Pues CHAT GPT es algo parecido entrenado con cientos de miles de textos”.
Por ello, considera que “quizá deberíamos usar el término generación IA para valorar el cambio que va a suponer que toda una generación crezca acostumbrándose a que para una única pregunta solo hay una única respuesta”.
¿Cuál es el riesgo de esto? Precisamente, apunta, “no es que les haga los deberes del colegio, si no que no sepan exactamente cómo funciona porque cuando predices un texto de acuerdo a cientos de miles de textos previos, incorporas aquellos sesgos o problemas que estaban en los datos con los que se ha entrenado este modelo”.
Para entenderlo mejor, pone otro ejemplo: “Si preguntáramos a ChatGPT ‘cuántos litros o vasos de agua es recomendable beber al día’, nos responderá con toda probabilidad que de ocho a diez vasos de agua, lo cual es una idea muy extendida y muy popular y por eso es lo que nos recomienda. Sin embargo, es una idea que carece de cualquier base científica cuando buscamos en Google información entre expertos de nutrición o tecnología de los alimentos”.
Por este motivo, recomienda a los profesores practicar “con los alumnos aquellos casos donde ChatGPT no acierta del todo o da una respuesta algo discutible o da una respuesta algo discutible” y a los padres y madres, “empezar a usarlo desde ya porque el reto que va a suponer para el pensamiento crítico de los chavales es absolutamente salvaje”.