Cada año, miles de universitarios recorren Europa gracias al programa Erasmus, algo que suena siempre a experiencia de juventud. Pero atentos a un grupo de estudiantes más veteranos, ya jubilados, que preparan sus maletas para irse de Erasmus a países como Polonia o Islandia. Son mayores, pero quieren seguir viajando y aprendiendo. Todo un ejemplo.
Son 10 estudiantes veteranos de la Universidad Permanente de Alicante y tienen entre 63 y 72 años de edad. Hay arquitectos, enfermeras y amas de casa, pero ahora son estudiantes y se van una semana de Erasmus. "Mis hijos me concen, saben mis inquietudes y mi esposo igual", señala una de las mujeres que afronta esta experiencia. Su entorno les apoya y todos se mueven por lo mismo, sus ganas de aprender.
Hay personas que, a lo largo de su trayectoria, se dedicaron a otros campos: "He hecho cursos de gastronomía y cine", señala una mujer. "Cuando trabajaba menos de arquitecto, me metí directamente a estudiar idiomas", agrega un hombre. La Universidad Permanente de Alicante envía a cinco estudiantes veteranos a Islandia con una beca de 1.300 euros para centrarse en cursos de medio ambiente. Muchos dicen que, de no ser por esta experiencia, no tendrían opción de ver tantas cosas.
Los otros cinco estudiantes veteranos que se van a Polonia recibirán 800 euros para perfeccionar los idiomas. "Llegas allí y te acoge gente del país", cuenta una mujer. Compartirán pisos y exprimirán al máximo la experiencia. "Ya somos mayores, no vamos a poder tener la juerga de los jóvenes", sentencia otra Erasmus. Pero nunca se sabe, un erasmus es un erasmus, independentemente de la edad.