La queja es recurrente: los madrileños se quedan fuera de poder estudiar en Madrid los grados más demandados porque no les llega la nota y, en cambio, alumnos de fuera vienen a esta comunidad a cursar estas carreras en alguna de sus universidades públicas porque tienen una media académica más alta. Hay que tener en cuenta que en España todos los estudiantes luchan por las mismas plazas de todas las universidades públicas, da igual de la comunidad de donde vengan.
Esto, a su vez, sería la consecuencia de otra teoría que corre como la pólvora: los exámenes de Selectividad en Madrid son supuestamente más complejos que en otras comunidades por lo que los madrileños obtienen notas finales más bajas. Es decir, estarían en desventaja a la hora de optar a los grados más demandados, aunque los datos demuestran que no es así, como informó en su día NIUS.
Este debate lo alienta hasta la propia presidenta madrileña. Isabel Díaz Ayuso lleva pidiendo desde hace tiempo una única prueba de Selectividad –ahora lo hacen también el resto de comunidades gobernadas por el PP- y una corrección homogénea en toda España. “Los alumnos de la Comunidad de Madrid están en desventaja a la hora de acceder a las universidades de Madrid”, ha señalado en alguna ocasión. Su última propuesta es que se establezca una doble prueba de Selectividad en la que los alumnos puedan presentarse o bien al examen organizado por su comunidad o bien a otro examen común destinado a aquellos alumnos que quisieran estudiar la carrera en una comunidad diferente a la suya.
Pero, ¿es verdad que alumnos de fuera de Madrid les quitan las plazas a los madrileños en las universidades públicas de esta comunidad? Es importante comprobar las cifras, porque, en caso de que hubiese una gran proporción de alumnos madrileños que se viesen obligados a ir a estudiar a otra comunidad por haberse quedado sin plaza en Madrid, su futuro académico dependería del poder adquisitivo de sus padres, de que tuviesen que trabajar para costerse los estudios o del sistema actual de becas.
Pero el informe Datos y cifras del sistema universitario español 2021-2022, elaborado por el Ministerio de Universidades, lo deja claro: el 95% de los estudiantes que hace la Selectividad en Madrid no cambia de comunidad autónoma al matricularse en una universidad presencial. Es decir, se queda en Madrid. Es el mismo porcentaje que en Cataluña. En el caso de Castilla-La Mancha, Baleares y Extremadura esta cifra ronda el 50%, mientras que en La Rioja desciende al 34,3%.
De los 171.390 alumnos matriculados en un grado universitario en la Comunidad de Madrid en el curso 2019-2020, el 30% procedía de fuera de la región, según datos facilitados por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). En el caso de la Complutense, según esta universidad, el 40% de sus universiarios también son de fuera de esta comunidad. A nivel global, el 17,5% de los estudiantes de grado en universidades presenciales se matricula en un centro de una comunidad autónoma diferente a la que tiene su residencia habitual y el 30,4% en una provincia distinta.
Con todo, lo cierto es que Madrid tiene la tasa de adecuación más baja de toda España, con un 52,6%. Es decir, poco más de la mitad de los alumnos acaba matriculándose en la primera opción de grado que escogió. En la Rioja este porcentaje asciende al 89,9%; en Cataluña, al 85,8%, y en Baleares, al 80,3%.
La Complutense (UCM) es la universidad más solicitada en primera opción por los estudiantes en la mayoría de los grados. Y, en concreto, Medicina- donde la nota de corte se estableció en junio pasado en un 13,476- es la primera. Este curso académico, en la Facultad de Medicina de la UCM hay en total 1.854 estudiantes matriculados repartidos entre todos los cursos y de ellos 966 son de Madrid, es decir, más de la mitad, el 52%. El resto son de Castilla La Mancha (154); Canarias (135); Castilla y León (102); Andalucía (73); Extremadura (89); Galicia (52); Valencia (23) o País Vasco (21).
“Es verdad que la Complutense tiene una atracción para alumnos de fuera por distintas razones: por ser Madrid, por ser la capital o por tener los mejores especialistas. Cuando nosotros abrimos la admisión, las mejores notas sí que vienen de fuera de la comunidad, pero, finalmente, no se matriculan en un porcentaje altísimo”, reconoce Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes de la UCM.
“Al ser los procesos de admisión diferentes en cada universidad, al final se complica mucho la gestión de las plazas. Ocurre, de hecho, a veces, que carreras muy demandas no se cubren. Andalucía, por ejemplo, cierra su proceso de admisión mucho más tarde que Madrid y en la medida que ellos van admitiendo alumnos, las universidades madrileñas se van vaciando de estudiantes que se habían matriculado en ellas porque al final optan por quedarse en su comunidad si tienen plaza, en vez de venirse a Madrid donde tienen que alquilarse un piso y pagar no sé cuántas cosas”, asegura de la Fuente. Esto ocurre porque el sistema permite que cada estudiante solicite ser admitido en todos los distritos universitarios que quiera, aun habiendo hecho la EBAU en su comunidad. De esta forma, la Complutense puede admitir a un alumno que ha tenido un 14 al que luego le admiten en la Universidad de Granada y prefiere quedarse en esta segunda.
“Es lógico que los que entran por ejemplo en Medicina sean los que tienen las notas más altas, muchos son madrileños, pero otros no lo son. El estudiante de Medicina que tiene una nota final de acceso a la Universidad de 14 es muy buen estudiante, hubiera hecho la EBAU donde lo hubiera hecho”, asegura la vicerrectora.
Lo cierto es que hay determinadas comunidades que aportan muchos más estudiantes que otras por la simple razón de que no existen determinadas carreras en sus regiones. Después de los madrileños, los procedentes de Castilla La Mancha (26% de los alumnos que hicieron la Selectividad en esta comunidad se matriculan en una universidad madrileña), seguido de Castilla y León (13,3%) y La Rioja (11,8%) son los que mayor proporción de estudiantes tienen cursando la carrera en Madrid.
Lo cierto es que son muchas las cuestiones que hay que tener en cuenta de quién accede a los grados más demandados y por qué. La nota de la EBAU cuenta un 60% de la nota final de acceso a la Universidad y el examen de Selectividad un 40%. En Bachillerato, los alumnos de la privada sacaron 0,3 décimas más que los de la pública en junio de 2021, mientras que en el examen de Selectividad la diferencia fue de 0,28 décimas. Pero si bien el 18,06% de los estudiantes de la privada sacó entre un 9 y un 10 (sobre 10) en la nota de acceso a la Universidad, ese porcentaje bajó al 15,20% entre los de la concertada y al 11,66% entre los de la pública.
Expertos consultados por NIUS aseguran, además, que no es fácil establecer una única Selectividad para toda España como reclama ahora el PP, que, sin embargo, nunca ha querido llevar a cabo esta reforma cuando ha estado en el gobierno. La primera razon, porque los currículos del Bachillerato son distinto en cada comunidad (cada región diseña el 50%), por lo que diseñar un misma prueba sería complejo, así como evitar que esta no fuera más favorable para alumnos de unos territorios u otros. "No se puede establecer una prueba única cuando el currículum no es único y este es el argumento más importante", aseguran estas fuentes.