La vivienda se ha convertido en el principal problema para los españoles, según el CIS. Y es que los inquilinos destinan, de media, más del 40% de sus ingresos al pago del alquiler en las principales ciudades como Madrid y Barcelona. Informan en el vídeo Leticia Iglesias, Clara Marzà y Pelayo Ortiz.

El Gobierno ha anunciado este lunes 12 medidas que contemplan la construcción de vivienda pública, la exención fiscal del 100% del IRPF a los propietarios que alquilen según el índice de precios. 

En lo que coinciden todos los expertos es en una cosa: falta construir vivienda. Según el Banco de España, hacen falta 500.000 viviendas más. Un tercio de estas viviendas se necesitan en las ciudades más tensionadas, en Barcelona y en Madrid. Allí las viviendas en alquiler no duran ni 24 horas en el mercado. 

Informativos Telecinco ha acompañado a Sacramentos y Julián, un matrimonio que busca una vivienda de dos habitaciones con un presupuesto de 1.100 euros. Llevan un año buscando piso y solo encuentran pisos "carísimos". Y, ¿por qué es tan difícil encontrar piso de alquiler?

"Ahora mismo tienen unos precios desorbitados. Es prácticamente imposible encontrar algo que se acomode a los sueldos de la gente. No hay oferta, no hay vivienda para todos", explica Carmen Gálvez, de la Inmobiliaria Gavac. 

En la misma línea coincide Francisco Iñareta, portavoz de Idealista. "No hay viviendas en el mercado. En los últimos cinco años la oferta disponible ha caído un 35% y esto provoca que cada vez sean más familias y más personas las que postulan por una vivienda", señala. 

De media, son 31 personas las que disputan por cada vivienda que sale al mercado en alquiler en España. Está claro que falta vivienda, pero ¿se está planificando ya para remediar este problema en los próximos años?

Lo cierto es que la respuesta parece negativa. El mejor termómetro está en la concesión de visados. Las licencias de obran permiten anticipar las viviendas que saldrán al mercado en los próximos años. 

Los datos del último año completo, 2023, revelan que fueron unas 107.000, lejos de esas 500.000 que estima el Banco de España que serían necesarias, y también de las casi 700.000 que se daban hace 20 años, en plena burbuja. 

Y es que a principios de los 2000, en esa remota época de bonanza inmobiliaria, se construían hasta 600.000 viviendas al año, más que suficientes. Se construyó y se vivió por encima de nuestras posibilidades y todo lo que se infló acabó estallando y los precios acabaron siendo inamusibles para mucha gente. 

La crisis del ladrillo comienza a acumular un enorme déficit. De hecho, hoy solo se construyen 90.000 viviendas anuales para un cálculo de 500.000 nuevos hogares. El sector alega falta de seguridad jurídica con la Ley de Vivienda y falta de personal cualificado. 

La escasez condena sobre todo a los jóvenes. Los precios de compra y alquiler siguen siendo desorbitados y sin parar de subir. Mucha de la poca vivienda que hay se ha destinado al alquiler turístico. Según el INE, existen casi 400.000 pisos de ese tipo. Además, solo hay un 2,5% de vivienda protegida, frente a más del 9% de la media europea. 

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