El Gobierno de Pedro Sánchez y el PP han presentado en paralelo en las últimas 24 horas sus medidas para intentar atajar la crisis de la vivienda en España. Coinciden en el diagnóstico, –la escasez de la misma frente a la alta demanda–, y comparten también la necesidad de facilitar a los jóvenes el acceso a su primer hogar. Sin embargo, a partir de ahí cada uno plantea su receta y se señalan el uno al otro.

Con un paquete de 12 medidas, hoy Sánchez ha anunciado las propuestas de su Ejecutivo, las cuales pasan en esencia por más vivienda pública; reformar y modernizar el sector de la construcción; y más ayudas y garantías para inquilinos y propietarios.

“Solamente se construye un piso por cada tres hogares que se reforman al año”, ha lamentado Sánchez, mientras desde la oposición Alberto Núñez Feijóo señalaba que “hay que construir más porque hay demanda y, si no cubrimos la demanda, automáticamente los precios suben”.

En ello coinciden, al igual que en la necesidad de mejorar el acceso al primer hogar, pero a partir de ahí abundan las diferencias.

“Necesitamos una intervención pública. El control de precios funciona, ya está dando sus primeros resultados positivos”, asegura Pedro Sánchez, mientras las medidas del PP se encaminan más hacia una bajada de impuestos, promover la liberalización del suelo público y para los menores de 40 años reducir al 4% el impuesto de transmisiones patrimoniales, así como ampliar los avales para comprar una vivienda.

Mientras el Gobierno propone beneficios para fomentar el alquiler asequible, el Partido Popular apuesta por rebajas fiscales para jóvenes en la compra.

"España necesita una política basada en la ciencia y no que funcione a base de ideología neoliberal, fracasada y fallida como las que hemos visto", ha dicho Pedro Sánchez, señalando directamente al PP en una crítica muy similar a la que recibe de la oposición, con Feijóo apuntando a la “ley de vivienda más ideológica y más intervencionista.

El choque ideológico, además, se traslada al enfrentamiento entre Gobierno central y comunidades autónomas, con Pedro Sánchez asegurando que todas las medidas dirigidas a combatir la crisis de la vivienda “podrían tener un impacto más rápido y de mayor envergadura si también los gobiernos autonómicos, donde están residenciadas muchas de sus competencias, abandonaran el modelo de especulación que aplicó Aznar durante la época de la burbuja inmobiliaria”.

Sobre ello, Feijóo previamente declaraba: “La ley del suelo es de competencia del Gobierno central”.

En un contexto de gran preocupación y con los precios disparados, una vez más, un partido y otro se acusan mutuamente de mirar hacia otro lado en sus mandatos.

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