El mercado inmobiliario es para muchos un gran desconocido, por ejemplo, no todo el mundo sabe que se puede adquirir una vivienda en nuda propiedad, lo que puede ser una opción estupenda para las personas que quieran comprar una casa a largo plazo y no tengan prisa por vivir en ella.
Porque la nuda propiedad supone la titularidad de la vivienda, pero no el derecho al uso y disfrute de la misma, que estaría reservado al usufructuario. Normalmente, este es el antiguo propietario, que cede la nuda propiedad con el objetivo de ganar un poco de dinero mientras puede seguir viviendo en la misma casa. El comprador se convertirá en propietario completo cuando se extinga o acabe el usufructo, que suele ser con el fallecimiento del usufructuario. A partir de ese momento podrá disponer del inmueble a su antojo, ya sea para vivir en él o para venderlo o alquilarlo.
Esta no es la opción más frecuente, pero puede ser una buena solución para aquellas personas que quieran invertir en el mercado inmobiliario y no tengan prisa. Con el paso del tiempo es muy probable que al valor del inmueble aumente y ellos lo habrán adquirido a un precio mucho más bajo que el del mercado, porque comprar la nuda propiedad de una casa puede hacer que el precio de esta se rebaje entre un 30% y un 50% sobre el precio de mercado.
Con este sistema también se comparten gastos, el usufructuario se hará cargo de los gastos derivados del uso habitual, como el agua, el gas, la electricidad o los gastos de mantenimiento, así como la cuota de la comunidad y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). El nudo propietario será quien se encargue de las derramas extraordinarias y ambos deberán hacerse cargo del seguro de la casa.
Quien compra una vivienda en nuda propiedad está haciendo una inversión a futuro, consiguiendo la casa a un precio reducido. Esto no quiere decir que no tenga que afrontar ciertos gastos extra, por ejemplo a él le corresponde hacer frente al pago del notario, registro e impuestos. Además, una vez extinguido el usufructo, tendrá que pagar nuevos gastos de registro e impuestos, para de esta manera poder tener el pleno dominio de la propiedad.
Así, este tipo de compras tienen ciertas ventajas, pero también algunos inconvenientes. Por ejemplo, el precio suele ser notablemente más bajo, comparado con otras viviendas de características parecidas, pero no se dispone de la vivienda para su uso particular. Sí que podría vender de nuevo la nuda propiedad, siempre y cuando se respete el usufructo.
La opción de vender la nuda propiedad suele ser por la que optan algunas personas mayores, sin herederos, que ven que su pensión no es suficiente y pueden conseguir dinero extra y una mejor calidad de vida vendiendo la nuda propiedad de su vivienda. Consiguen beneficios para disfrutar en vida, que puede ser un pago único o una cantidad mensual acordada, y pueden seguir disponiendo de su casa como hasta el momento.