El porcentaje de inmuebles transmitidos por herencia se desploma a su mínimo en 10 años
La parálisis administrativa por la covid, los gastos tributarios y la decisión de algunos mayores de no legar a hijos y nietos explican la caída
Heredar una vivienda se está convirtiendo este año en una opción cada vez menos frecuente. De las 361.263 operaciones de compraventa que se han producido en la primera mitad de 2020, apenas un 16,6% lo han sido a través de una sucesión. Se trata del porcentaje más bajo en 10 años, según datos de la estadística de transmisión de derechos de la propiedad del INE.
En términos absolutos, la referencia histórica es aún mayor. Aunque quizás sea menos representativa, ya que hay que tener en cuenta que los datos están afectados por el descenso generalizado de compraventas durante este año.
De cualquier modo, en estos seis meses apenas se han legado 59.846 viviendas, la cifra más baja en un primer semestre desde antes de 2007.
Desde 2017 se han transmitido por herencia en torno a 170.000 inmuebles cada año. De seguir la progresión actual, en 2020 apenas se alcanzarán los 120.000.
Más peso de las donaciones
Paralelamente a este descenso en las transmisiones de vivienda por herencia, en estos seis primeros meses de 2020 se está produciendo un incremento de las donaciones.
Aunque su peso es relativamente bajo sobre el total de compraventas, en la primera mitad del año han pasado a suponer el 2,5% del total de operaciones, el mayor desde 2013.
El mejor tratamiento fiscal de las donaciones en muchos territorios de España está aumentando el atractivo de esta opción, sobre todo cuando el transmisor no ha fallecido. Muchas familias están optando por esta figura, como alternativa a otras que, como la herencia, gravan más a ambas partes.
Actividad interrumpida
Varios expertos relacionan la pandemia de COVID-19 con el descenso de las transmisiones de vivienda por herencia, ya que durante el estado de alarma muchos registros de España interrumpieron su actividad impidiendo así apuntar las operaciones.
Ahora, con la nueva normalidad, se están teniendo que gestionar los asuntos pendientes, lo que podría provocar que se saturen la actividad de las administraciones y se dificulte el proceso de tramitación de herencias.
Otra causa sería el incremento de las herencias sin reclamar, que ha frenado también el número de este tipo de transmisiones de viviendas. El grupo Hereda, especializado en herencias sin sucesores, estima que más de 8.000 legados quedarán sin administrar este año, de los que unos 5.000 lo serán por la crisis sanitaria.
Esto se debe a que, o bien no se ha podido contactar con los herederos, o bien éstos no disponen de recursos para aceptar la herencia por los elevados gastos que conllevan (sobre todo el impuesto de sucesiones, que llega a gravar hasta con el 35% del valor del inmueble, o la plusvalía municipal).
Hereda calcula que ello generará una reducción de los ingresos por impuesto de sucesiones del orden de los 1.000 millones de euros.
Desheredar a hijos y nietos
La soledad con la que muchas personas mayores han soportado el confinamiento y el escaso apoyo que han recibido de sus familiares también puede estar detrás del descenso del número de viviendas transmitidas por herencia.
Algunas asociaciones de mayores comentan que los trámites de los ancianos para desheredar a sus hijos y nietos se han duplicado, e incluso triplicado en los últimos meses.
Estas decisiones de las personas mayores también podrían explicar el aumento del número de donaciones antes comentado. En lugar de transmitir la vivienda por herencia, se opta por donarla en vida. En los próximos meses veremos si la tendencia se mantiene o si, por el contrario, se corrige.