El turismo se ha desbordado por toda España en Semana Santa, ha roto todas las previsiones. Del sur al norte del país, amplias zonas cuelgan el cartel de ocupación hotelera que roza o alcanza el 100%, según nos cuentan fuentes del sector.
Ni el precio del combustible, ni la alta inflación han podido con las ganas de viajar. Y ya no es solo el turismo nacional. Los extranjeros vuelven a elegir España en Semana Santa incluso más que antes de la pandemia: un 150% más de alojamientos de britanicos que entonces y un 245 más de alemanes.
No es fácil encontrar tampoco mesa en un chiringuito o un hueco en la playa con tan espléndidos días de sol. Pero también se dispara el turismo de ciudad, con destinos emblemáticos como el de Sevilla. Y la hostelería lo agredece.
Con el éxito del primer momento fuerte de la temporada ya ha quien piensa incluso en superar los datos del histórico de 2019. Y es que la poyección de reservas para todo el ejercicio supera ya en un 5% a las de la prepandemia.