Unas 1.200 personas han participado en la marcha nocturna contra el cierre de Nissan en Barcelona. Los manifestantes han quemado tres réplicas de ataúdes con los nombres de directivos y exdirectivos. Exigen a la Generalitat que evite el cierre y culpan a la directiva de la marca nipona de dejar a miles de familias en la calle. Durante el recorrido, la afluencia de personas ha hecho difícil mantener la distancia de seguridad para prevenir contagios de coronavirus.
La marcha nocturna ha tomado el centro de Barcelona. La protesta se ha iniciado ante el edificio de Correos en la Gran Via de Barcelona, donde los empleados de Nissan han encendido velas y desplegado la pancarta de la cabecera: 'Nissan: ¡Basta de mentiras! Exigimos un futuro real'.
Los sindicatos han llevado a la manifestación réplicas de tres ataúdes negros, en los que han escrito el nombre de directivos y exdirectivos de la compañía; dentro transportaban muñecos de trapo, con una fotografía de sus caras, que han quemado al final de la marcha en la plaza Cataluña.
A través de un megáfono, un portavoz sindical ha explicado el significado de estos féretros, de color negro: "Son para hacerles el entierro a ellos, y no a nosotros como nos lo han querido hacer".
Los manifestantes --algunos con mascarillas, y otros con caretas-- han iniciado la marcha al grito de '¡Nissan no se cierra!', con velas y linternas en la mano.
Gritando 'Si esto no se arregla, ¡guerra, guerra, guerra!', han avanzado por Via Laietana y el Paseo de Colom con velas y linternas, hasta llegar a La Rambla.
La acción de protesta ha terminado en la plaza Cataluña, donde se han quemado los muñecos dentro de los ataúdes, y se ha formado una pequeña hoguera delante de la cabecera.