A la hora de comprar, los españoles lo tienen claro. Prefieren los supermercados a los mercados de toda la vida. La gran variedad de productos y, cómo no, sus múltiples promociones son parte de su atractivo. Atrás quedó la cercanía del tendero, el "fiar dinero" y la predilección por los productos locales. ¿Están los mercados a punto de desaparecer? Solo el 4% de los españoles compran en mercados municipales. Una caída notable en los hábitos de consumo.
El 66% de los consumidores españoles reconoce que prefiere el supermercado a la hora de hacer la compra, seguida por el hipermercado (17%), el pequeño comercio (12%) y el mercado municipal (4%), estos dos últimos con una ligera caída, según los datos de la Encuesta sobre Hábitos de Consumo 2019, realizada por la Mesa de Participación de Asociaciones de Consumidores (MPAC).
El estudio, presentado este jueves en la sede del Consejo Económico y Social, destaca como principales ventajas la cercanía (56%), la calidad (50%) y el precio (42%) a la hora de elegir un establecimiento, mientras que el comercio 'online' aumenta en el ámbito rural sobre todo por la comodidad.
El director general de Consumo, Nelson Castro, ha hecho hincapié en que las autoridades "deberían abordar" la regulación de los canales publicitarios por Internet, con la presencia de 'influencers', las redes sociales y las recomendaciones de aplicaciones móviles.
Aunque solo el 1% de los encuestados hace sus compras en tiendas 'online' que no disponen de establecimiento físico, el 54% considera que son productos seguros y de calidad.
Con respecto a los hábitos de consumo, el 42% indica que no ha cambiado sus hábitos de compra en productos de alimentación y gran consumo, frente al 24% que sí lo ha hecho por cuestiones de salud, por economía (21%) o por la información recibida (13%).
En este sentido, las perspectivas económicas de los consumidores durante el primer semestre de 2019, cuando se realizó la encuesta, fueron más positivas que en años anteriores. El 44% busca más ofertas, el 23% asegura aprovechar más la comida y un 16% confesó haber reducido su gasto en alimentación, dos puntos menos que en 2018.
El estudio también recoge el interés de los consumidores sobre el etiquetado de los alimentos. Así, aunque sigue siendo la principal fuente de información, disminuye otro año más hasta el 58% (frente al 61% de 2018), mientras que casi la mitad (el 49%) lee el etiquetado de vez en cuando o nunca (7%).
Por este motivo, los consumidores confirman la necesidad de mejorar el diseño y contenido de las etiquetas de los alimentos. El 24% cree que es información confusa, al 30% le es difícil de ver y el 9% no la considera importante.
Por ultimo, para el 95% de los consumidores españoles el desperdicio de los alimentos sigue siendo la mayor preocupación. Por este motivo, planificar mejor las compras y reutilizar los alimentos son las opciones preferidas por las familias españolas, que manifiestan la necesidad de una responsabilidad compartida por toda la sociedad y los agentes de la cadena alimentaria.