Las subidas de impuestos en los Presupuestos Generales, al detalle
El Gobierno quiere recaudar 1.800 millones con las tasas Google y Tobin
Los pagos en efectivo entre profesionales, en 1.000 euros
Se gravan los plásticos de un solo uso y las bebidas azucaradas
Ayer el presidente del Gobierno estuvo en Bruselas para presentar los Presupuestos Generales del Estado 2021, un plan que contempla "ajustes fiscales", como ya anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y con el que, subiendo o creando determinados impuestos, prevé ingresar casi 6.500 millones de euros el año que viene. Así, llegan las famosas Tasas Google y Tobin, el impuesto a los plásticos de un solo uso y una subida de los impuestos indirectos, es decir, muy probablemente del IRPF.
Las Cuentas Públicas de 2021 incorpora el impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso, con el que se prevé recaudar 491 millones. Esta tasa supone un impulso de la fiscalidad medioambiental, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, que ya ha superado el trámite de información pública.
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El IVA de refrescos y zumos al 21%
El Gobierno también subirá el IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10% al 21%, una promesa de años de los distintos Ejecutivos de grabar los alimentos menos saludables con el objetivo de "favorecer hábitos más saludables". Con esta tasa calcula recaudar unos 340 millones.
El año que viene además entrará en vigor el nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, más conocido como Tasa Google, y el impuesto sobre transacciones financieras o tasa Tobin. Está previsto que empiecen a funcionar tres meses después de su publicación en el BOE, es decir, a mediados de enero.
¿Qué es la Tasa Tobin?
Con la 'tasa Tobin', el Gobierno prevé recaudar 850 millones de euros anuales, al gravar con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros. No se gravará la compra de acciones de pymes y empresas no cotizadas.
Llega la controvertida Tasa Google
La 'Tasa Google' gravará a aquellas empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los tres millones de euros. Se dirige a empresas de servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario durante su actividad o la venta de metadatos. De ahí, su nombre.
Aunque Hacienda tenía prevista con esta tasa una recaudación inicial de unos 1.200 millones de euros, tras la pandemia), ha rebajado la cifra a a 968 millones.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que la norma tendrá "carácter transitorio" hasta que se apruebe una normativa mundial o europea. La Comisión Europea ha dicho ya que si no hay acuerdo internacional esta año, la UE legislará por su cuenta a principios de 2021.
La liquidación de la Tasa Google no se realizará hasta al menos el 20 de diciembre, lo que permite dar margen a que se logre un acuerdo internacional en el marco de la OCDE y el G20.
La guerra con EEUU
La tramitación de este nuevo impuesto se ha producido en medio de las amenazas de Estados Unidos a España, Francia, Reino Unido e Italia sobre represalias con nuevos aranceles sobre estos impuestos digitales. De hecho, ya lo ha hecho sobre nuestros vecinos galos. El presidente del EEUU, Donald Trump, siempre ha sido muy favorable a legislar tasas en defensa de la industria de su país.
Las Tasas Google y Tobin acaban de ser aprobadas en el Senado y empezarán a funcionar en unos tres meses. El Gobierno calcula que con ambos recaudará unos 1.800 millones.
Subidas que afectan directamente al ciudadano
El Plan Presupuestario de 2021 recoge, aunque sin explicarlas, una subida de los impuestos directos, previsiblemente en el IRPF de las rentas altas y en sociedades.
Además las Cuentas del Gobierno de coalición, con la puesta en práctica de la nueva ley de lucha contra el fraude fiscal el Gobierno esperan recaudar algo más de 800 millones de euros.
Con esta nueva norma se limita el pago en efectivo en el ámbito profesional a 1.000 euros, no así entre particulares que sigue en 2.500 euros, con el objetivo de acabar con la economía sumergida. La ministra de Hacienda ha dicho que pretenden "bajar a su mínima expresión los pagos en efectivo".
También se refuerza el control de las prácticas irregulares asociadas a las nuevas tecnologías. Igualmente, se recoge la prohibición de las amnistías fiscales, siempre muy polémicas políticamente y en línea con el acuerdo programático para eliminar el "beneficio" a incumplidores "como hicieron gobiernos pasados". Además, se amplía la lista de deudores tributarios, disminuyendo el umbral de un millón a 600.000 euros para tratar de agilizar el pago de la deuda.
Con todas estas tasas, el Ejecutivo pretende recaudar, y así se lo ha hecho saber ya a Bruselas, casi 6.500 millones de euros en 2021, un año con elevado gasto derivado de la pandemia de coronavirus.