La propuesta de implantar una semana laboral de 4 días ha reabierto el debate sobre la posibilidad de reducir la jornada de 40 horas implantada hace un siglo, algo en lo que coinciden agentes sociales, expertos y Gobierno, aunque discrepan en la forma y en que el momento actual sea el mejor para abordarlo.
La revista Time ha analizado esta propuesta, asegurando que puede convertirse en el paso a seguir de muchos otros países. En España, esta idea que se venía oyendo desde hace unos años, ha saltado a la palestra por parte del grupo Más Madrid.
La formación que lidera Íñigo Errejón acordó recientemente con el Gobierno esta iniciativa de la jornada de cuatro días a cambio de su apoyo al decreto ley que regula la gobernanza y gestión de los fondos europeos en respuesta a la pandemia de Covid-19.
Para llevar a cabo esta propuesta, desde el partido han mantenido reuniones con la empresa de software Delsol, firma ubicada en Jaén y que desde inicios del año pasado ha sido una de las primeras compañías en poner en marcha una reducción de la jornada para todos sus trabajadores.
En esas reuniones han participado, entre otros, el portavoz de Más País-Equo en el Congreso, Íñigo Errejón, el director ejecutivo de Sofrware Delsol y fundador, Fulgencio Meseguer, y la subdirectora ejecutiva de la compañía, Pilar Meseguer. Thank you for watching Software Delsol se fundó en 1993 y desde 2000 adoptó como modelo de negocio la distribución gratuita de su software de gestión integral para empresas a través del sistema Freemium.
Actualmente cuenta con una plantilla de más de 193 empleados y 56.000 clientes. A principios de 2020 fue la primera empresa española en adoptar la jornada laboral de 4 días a la semana, reduciendo las horas de trabajo a 36 semanales en invierno y 28 horas a la semana en verano.
Pero como recoge Time, desde el propio Gobierno se han alzado voces en contra de esta propuesta, afirmando que devastaría a la economía española. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, aseguró que no ve "margen" para implantar una semana laboral de cuatro días en España, el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, reconoció que el debate sobre el tiempo de trabajo "es el gran debate", pero debe abordarse en una futura ley y no en los Presupuestos.
Y desde el Banco de España, el gobernador Pablo Hernández de Cos, ha instado a analizar los posibles efectos sobre el empleo y la productividad de la jornada laboral de cuatro días antes de su adopción.
En España se trabaja de media 40,5 horas semanales, sólo por encima de once países, entre ellos, Francia (40,4), Finlandia (40), Noruega (38,7) o Dinamarca (38,4), según datos de Eurostat del cuarto trimestre de 2019 midiendo el tiempo de trabajo de los ocupados a jornada completa.
El investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) Florentino Felgueroso ve "forzado" querer implementar un cambio vía legislación y apunta a otras vías para abordarlo: la negociación colectiva o un mejor uso de la jornada parcial.
"La realidad del mercado de trabajo es muy heterogénea: lo que puede venir bien para unas empresas no le viene bien a otras", subraya Felgueroso, que recuerda además la coyuntura que atraviesa el mercado laboral y la economía con el impacto de la pandemia.
Una reducción de la jornada laboral manteniendo el mismo nivel salarial, recuerda, tiene un fuerte impacto en las empresas que, de alguna forma, debe compensarse, como ocurrió en Francia donde durante años se asumió por parte del Estado parte de este gasto con un peso bastante relevante en su PIB.
"¿Estamos en el momento de hacerlo?", se cuestiona Felgueroso, que tampoco ve "evidente" una causalidad directa entre trabajar un día menos y una mejora de la productividad.
Para la revista Time, la pandemia ha vuelto a reabrir este debate con más fuerza, ya que ha puesto de manifiesto el valor de la flexibilidad. "Trabajamos todo el tiempo y luego pasamos los fines de semana durmiendo, limpiando y preparándonos para el lunes, por lo que todo está definido por el trabajo", recogen.
Por ello, la propuesta española de una semana de 4 días de trabajo puede ser un ejemplo para el resto de países que quieran enfocarse en sus trabajadores y tratar de disminuir el absentismo, algo que parece estar demostrado con el ejemplo de la empresa Delsol: después de imponer la jornada de 4 días el absentismo cayó un 28% y, además, sus ingresos no se vieron afectados, ya que siguieron creciendo al mismo ritmo que en años anteriores.