Salario Mínimo Interprofesional, un concepto básico para comprender nuestra economía: qué es y cómo funciona
El SMI es un concepto básico para comprender nuestra economía y determina los ingresos mínimos que debe percibir un empleado en nuestro país
Su evolución ha sido gradual, con un bache coincidente con la crisis de 2008 y un gran aumento entre 2016 y la actualidad
De este indicador dependen becas, ayudas, ventajas fiscales, acceso a vivienda de protección oficial, justicia gratuita...
El concepto de Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se ha convertido en un básico del conocimiento dentro del área de la economía, sobre todo en pleno debate sobre la necesidad o no de aumentar su cuantía para garantizar unos ingresos dignos mínimos a los ciudadanos en España.
Existen teorías para todos los gustos: de un lado, hay quien opina que este tipo de medidas lastran la capacidad de actuación de los empresarios; de otro, se defiende que los ingresos del grueso de ciudadanos que se mueve entre los sueldos más bajos debe corresponderse con la realidad y permitirles cubrir sus necesidades vitales. ¿Qué es el salario Mínimo y cómo funciona? ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años?
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Salario Mínimo Interprofesional: qué es y cómo funciona
El Salario Mínimo Interprofesional es una cuantía económica que viene fijada por el Gobierno y que consiste en el sueldo mínimo y digno que debe cobrar un trabajador, en función de la jornada laboral que tenga contratada. Su revisión por parte del Ejecutivo es anual, previa consulta con las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas.
Así, existe un Salario Mínimo Interprofesional tanto para los trabajadores fijos como para los eventuales o temporeros, así como para los empleados de hogar, teniendo en cuenta distintos factores:
- El Índice de Precios de Consumo
- La productividad media nacional alcanzada
- El incremento de la participación del trabajo en la renta nacional
- La coyuntura económica general.
Normalmente este indicador se utiliza como vara de medir para acceder a ayudas y becas, entre otras cosas. También se relaciona con el acceso a la justicia gratuita, con la participación en el sorteo de vivienda de protección oficial, con exenciones y 'rebajas' fiscales... Actúa igualmente como límite al embargo de sueldos y salarios. Por tanto, sus variaciones pueden afectar a otras áreas en caso de que no se vigilen y eliminen las posibles faltas de concordancia entre los requisitos de cada norma y la cuantía fijada cada año para este indicador.
En el caso de 2021, el Sueldo Mínimo Interprofesional se estableció oficialmente en 950 euros al mes en 14 pagas, al hilo de la publicación del Real Decreto 231/2020 del 4 de febrero. Se prorrogó, por tanto, el SMI fijado para 2020, al que hace referencia este Real Decreto. Esto se traduce en lo siguiente:
- SMI 2021 por día: 31,66 euros
- SMI 2021 por mes (14 pagas): 950 euros
- SMI 2021 por mes (12 pagas): 1.108,33 euros
- SMI 2021 por año: 13.300 euros
- SMI 2021 para eventuales y temporeros día: 44,99 euros
- SMI 2021 para empleados de hogar hora: 7,43 euros
En cuanto a lo que nos depara 2022, de momento el Gobierno ha propuesto un alza del SMI de 15 euros este año y 31 euros en 2022 y 2023, según los sindicatos. Eso supondría llegar hasta los 965 euros mensuales en 2022.
Por último, en cuanto a cómo ha evolucionado el Salario Mínimo en España durante los últimos años, el primer salario mínimo interprofesional de España se fijó en enero de 1963 y ascendía a 1.800 pesetas mensuales (el equivalente a 10,8 euros actuales), tal y como recuerda BBVA.
En el año 2000 hablábamos de un SMI de 424,8 euros, cantidad que fue ascendiendo de forma constante hasta los 633 euros de 2010. Esta evolución sufrió un freno tras el estallido de la crisis, de forma que en 2015 el SMI tan solo aumentó en 15 euros con respecto a 2010, fijándose en 658 euros. De hecho, tanto en 2012 como en 2014 este concepto no experimentó variación alguna.
Como contraste, desde 2016 y hasta hoy se ha producido un aumento importante del SMI, destacando el alza aprobada en 2019, por la que se pasó de 735,9 euros hasta los 900 euros (un incremento del 22 por ciento).