¿Cómo afectan los ERTE en tu declaración de la renta?

  • Es posible que te lleves un pequeño ‘susto’ en tu decoración de la renta si las retenciones de tus pagadores durante 2020, incluido el SEPE, fueron bajas

  • El mínimo pasa de los 22.000 euros hasta los 14.000 al haber dos pagadores

  • Cada suma comprendida en un tramo determinado tributará por el porcentaje que le corresponda

La campaña de la Renta está más cerca de lo que pensamos: comenzará el miércoles 7 de abril de 2021 para la presentación de declaraciones por Internet, y el 2 de junio para la presentación en las oficinas, prolongándose hasta el miércoles 30 de junio de ese año, según el calendario del contribuyente elaborado por la Agencia Tributaria para este ejercicio. Son muchas las personas afectadas por un ERTE las que se preguntan qué pasará en su caso y si se encontrarán con la desagradable sorpresa de una declaración a pagar que suponga un nuevo revés a su poder adquisitivo. ¿Cómo afectan los ERTE

¿Cómo afectan los ERTE en tu declaración de la renta?

Los ERTE se han consolidado como una herramienta clave para gestionar las necesidades de reducción de empleados debido a la pandemia minimizando a la vez las consecuencia para los trabajadores. Casi 3,5 millones de españoles se vieron envueltos en uno de estos procedimientos el pasado año, por lo que son muchas las personas afectadas por posibles consecuencias de un ERTE.

Tanto la suspensión de empleo durante un periodo de tiempo como la reducción de jornada son supuestos en los que el ‘salario’ de los trabajadores correspondiente al periodo no trabajado corre a cuenta de la Seguridad Social, en forma de prestación. En concreto, el SEPE durante los primeros seis meses y, tras este periodo, el 50 por ciento, en caso de ERTE de suspensión de empleo. Si se trata de un ERTE de reducción de jornada, se abonará la parte proporcional. Además, la percepción de estas cantidades no afectará a la bolsa que haya generado el empleado durante su vida laboral.

Esto significa que si durante 2020 estuviste en situación de ERTE, constarán dos pagadores: la propia empresa, y la Seguridad Social. Por tanto, existirán personas obligadas a presentar la declaración de la renta aunque hayan percibido una cantidad pequeña de dinero en total, ya que, al tener más de un pagador, el mínimo pasa de los 22.000 euros hasta los 14.000. Por tanto, si has estado en ERTE, has cobrado más de 14.000 euros brutos durante 2020 y has percibido más de 1.500 euros brutos del segundo pagador, deberás presentar la declaración de la renta.

Esto no tiene por qué ser negativo ni tiene por qué costarte dinero (de hecho, es posible que te beneficies de una devolución), pero sí se tratará de un trámite más por el que deberás pasar.

Más relevante es el hecho de que las retenciones por IRPF aplicadas a los abonos en concepto de ERTE por la Seguridad Social podrían haber sido bajas y, en ese caso, cabe la posibilidad de que la declaración salga a pagar.

Un fenómeno común cuando se tiene más de un pagador es que cada uno de ellos practicará una retención en concepto de IRPF adecuada en función a la cuantía que de él vamos a percibir. Sin embargo, si tenemos varios pagadores y nuestros ingresos totales en ese ejercicio se van elevando, es posible que ‘saltemos de tramo’ del IRPF

En este sentido, la clave del funcionamiento de los tramos del IRPF se encuentra en la progresividad: existen distintas horquillas de ingresos a las que se aplican distintos porcentajes que van a parar a Hacienda, en orden ascendente. Así, una persona con pocos ingresos pagará menos IRPF proporcionalmente que una que gane mucho dinero.

Eso sí, en contra de lo que muchas personas creen, el hecho de ’saltar’ de tramo por haber obtenido más ingresos en un ejercicio determinado no significa que el nuevo porcentaje (más elevado) se vaya a aplicar a la totalidad de sus ingresos. Al contrario, la suma comprendida en un tramo determinado tributará por el porcentaje que le corresponda, y la suma restante (dentro del siguiente tramo), lo hará por el nuevo porcentaje (más elevado que el anterior). Así, habrá subida, pero no será tan drástica como muchas personas imaginan.

Desgraciadamente, poco podemos hacer para evitar este impacto, salvo estar atentos a todas las deducciones, reducciones... que podamos aplicar en nuestra declaración. Otra posibilidad, para los más previsores, era la de realizar una aportación a planes de pensiones antes de finalizar el ejercicio. Esta práctica es muy frecuente entre quienes analizan con margen el posible resultado de su declaración de la renta para evitar tener que pagar, destinando parte de sus ahorros a un plan de pensiones privado.