La educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente en España y si algo hemos aprendido durante los últimos años, aunque haya sido a golpes (preferentes, IRPH, cláusulas abusivas, etc.), es que debemos aprender a gestionar nuestro dinero mejor de lo que lo hemos hecho hasta ahora. “Muchos adultos no saben administrar correctamente su dinero y no entienden los productos que contratan, a pesar de que no es tan complicado, lo que provoca dificultades en su economía a corto y a largo plazo”, explican los expertos del comparador financiero HelpMyCash.com. “Además, si no cuentan con los conocimientos suficientes para gestionar sus finanzas personales, difícilmente tendrán las herramientas para formar a sus hijos en esta materia”, añaden. Con motivo del Día de la Educación Financiera, HelpMyCash nos cuenta 10 trucos para mejorar nuestra educación financiera y para aprender a gestionar mejor nuestro dinero.
1- Lleva un control de tus gastos
Controlar regularmente cuánto dinero gastamos y, sobre todo, en qué lo gastamos nos ayudará a mejorar la gestión de nuestra economía doméstica. Podemos valorar si destinamos demasiado dinero a determinadas partidas (ocio, recibos, transporte, etc.), analizar qué gastos son prescindibles y elaborar presupuestos y estrategias para ahorrar más. Si queremos llevar un control férreo, podemos recurrir al típico bloc de notas o a una hoja de Excel, aunque desde HelpMyCash recomiendan usar una aplicación gratuita para el móvil que nos permita anotar todos los gastos al momento.
2- No gastes más de lo que ingresas
Elaborar un presupuesto nos ayudará a mantener a raya nuestros gastos y, sobre todo, a no endeudarnos. Deberíamos reservar el crédito para ocasiones puntuales y nunca recurrir a los préstamos o a las tarjetas de crédito de forma recurrente para financiar los gastos del día a día.
3- Evita el sobreendeudamiento
Hay una regla de oro que no podemos olvidar: no debemos dedicar más del 35% de nuestros ingresos al pago del conjunto de nuestras deudas (hipotecas, tarjetas y préstamos). Hoy en día, debido al elevado coste de la vivienda, puede resultar difícil mantener la ratio de endeudamiento por debajo del 35%, pero sigue siendo una meta. Y si en lugar de hipoteca, pagamos un alquiler, la cifra debería reducirse al 15% o al 20%. Así nos aseguraremos de poder hacer frente a nuestras obligaciones y tener cierto margen de maniobra en caso de sufrir un imprevisto.
4- Fija objetivos de ahorro
Reservar una cantidad de dinero cada mes, por pequeña que sea, nos servirá para construir un colchón que nos ayudará a amortiguar futuros imprevistos o a lograr objetivos, como, por ejemplo, comprar un coche. Pero ¿cuánto deberíamos ahorrar cada mes? La regla 50/20/30 considera adecuado destinar el 50% de los ingresos a los gastos básicos (alquiler, suministros, cesta de la compra…); el 30%, a los gastos prescindibles, y el 20% restante, al ahorro.
5- Ahorra a principio de mes
Si ahorramos a principios de mes en lugar de al final, será más sencillo que seamos constantes y que logremos nuestros objetivos. Además, separar el dinero destinado al ahorro del resto nos ayudará a no gastarlo y a ser más conscientes de cuánto dinero tenemos para superar el mes. Para lograrlo, podemos programar una transferencia automática a nuestra cuenta de ahorro a principio de cada mes.
6- Piensa en tu futuro
A la hora de gestionar nuestras finanzas personales, no debemos centrarnos únicamente en llegar a fin de mes, sino también fijarnos objetivos a largo plazo como, por ejemplo, ahorrar para la jubilación y comenzar cuanto antes, ya que así acumularemos más dinero. Gracias al interés compuesto, cuanto antes comencemos a ahorrar, menos esfuerzo deberemos dedicar para conseguir el mismo saldo final, ya que no solo rentabilizaremos nuestro dinero, sino también los intereses que ganemos.
7- Aprovecha las ventajas de la ‘app’ de tu banco
Aunque muchos clientes no lo sepan, las apps de los bancos nos pueden ser útiles. Muchas incorporan funcionalidades como categorizadores de gastos, que nos permiten ver en qué hemos gastado nuestro dinero cada mes, o previsiones y gráficos. También podemos activar notificaciones cada vez que nos cobren un recibo para estar al día. Y algunos bancos ofrecen funciones para ahorrar como redondear las compras y ahorrar la diferencia, programar transferencias automáticas a una cuenta de ahorro, etc.
8- Conoce los riesgos
Uno de los mayores errores que podemos cometer a la hora de gestionar nuestro dinero es contratar un producto que no entendemos y cuyos riesgos desconocemos y esto aplica tanto a los productos de financiación como a los de inversión. No debemos firmar ningún contrato que no entendamos. En cualquier caso, los productos básicos son relativamente fáciles de comprender. Aunque a muchos consumidores les dé miedo enfrentarse a la letra pequeña de un contrato, basta conocer una serie de conceptos básicos (comisión, interés, TAE, plazo, importe…) para poder operar.
9- Revisa regularmente el extracto de tu cuenta
Podemos hacerlo una o dos veces al mes, así sabremos el estado de nuestras cuentas, los recibos que hemos abonado y si nos han hecho algún cargo que no reconocemos, hemos sido víctimas de un fraude o nos han cobrado alguna comisión que no debían.
10- Compara antes de contratar
La tarifa del teléfono, la de la luz, las comisiones del banco, el interés de un préstamo, la rentabilidad de un depósito… Si queremos ser consumidores inteligentes, pagar menos y ganar más, debemos comparar antes de contratar cualquier servicio o producto.
Los españoles desean más información financiera en las aulas y se fían de internet. Las nuevas tecnologías están cambiando la relación que se tiene con los productos y servicios financieros, cada vez más sofisticados. En este contexto, los jóvenes y no tan jóvenes buscan en Internet nuevas fuentes de educación financiera que les ayuden a planificar correctamente sus finanzas. Tanto es así que la red de redes es la principal fuente de educación financiera del 36% de los españoles, según refleja el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, compañía líder en gestión de créditos y activos.
Esta cifra sitúa a Internet como una de las tres fuentes a las que recurren los españoles para consultar qué hacer ante ciertas situaciones financieras, solo superado por los padres y las entidades financieras, a los que recurren el 41% y el 37% de los encuestados, respectivamente.
España está por debajo de la media de los países de la OCDE en conocimientos financieros. Algo que no resulta extraño, ya que, según la Encuesta de Competencias Financieras, elaborada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), más del 75% de los españoles reconoce que debe mejorar sus conocimientos en materia financiera. Y no solo por el hecho de recibir más información al respecto, sino por mejorar y optimizar la gestión de sus propias finanzas personales.
Cuando hablamos de asuntos complejos, según muestra el informe de Intrum, casi la mitad de la población necesita asesoramiento para cuestiones como, por ejemplo, planificar pensiones o invertir en el mercado de valores, y solo un 13% de los encuestados se siente seguro al manejar asuntos económicos complejos gracias a haber recibido una buena educación financiera.
El Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, también apunta que un 62% de los españoles asegura que le hubiera gustado contar con una mejor educación financiera en su etapa escolar. Además, pese a que el 85% de los padres intenta enseñar a sus hijos a manejar sus finanzas, 6 de cada 10 millennials afirman que les hubiera gustado aprender más sobre economía del día a día en el colegio. Así, es especialmente importante formar a los más jóvenes en un consumo responsable, especialmente a los adolescentes que cuentan con fácil acceso a internet y se están formando como consumidores independientes.
Con el objetivo de concienciar a los jóvenes en el consumo responsable, Intrum, empresa líder en gestión de créditos y activos, y Afi Escuela de Finanzas, referente educativo en tecnología, finanzas, economía y gestión de carteras, seguirán desarrollando este curso nuevos talleres de educación financiera para estudiantes madrileños de 3º y 4º de la ESO.
Ahorrar parece ser más necesario que nunca y eso está en la mente de los españoles. La confianza del consumidor bajó cuatro décimas en septiembre en relación al mes anterior, hasta situarse en 49,5 puntos, un valor muy similar al de finales de 2012 y también al registrado en 2008 y principios de 2009, que son hasta el momento los valores mínimos de la serie, ha informado este lunes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Este descenso de la confianza, que deja el indicador por debajo de los 50 puntos por segundo mes consecutivo, se debe al retroceso en medio punto de la valoración que hacen los ciudadanos de la situación actual y a la disminución en cuatro décimas de sus expectativas, todo ello en el marco de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. En concreto, el indicador de situación actual se situó en septiembre en 29,2 puntos, cinco décimas menos que en agosto, mientras que el indicador de expectativas retrocedió hasta los 69,7 puntos. Desde el mes de febrero, la confianza de los consumidores se ha reducido un 42,3%, con pérdidas del 61,5% para el índice de situación actual y del 26,9% para el de expectativas.
El ICC recoge mensualmente la evaluación de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa. En el indicador de septiembre ha sido el propio CIS el encargado de realizar el trabajo de campo telefónico del estudio al haber finalizado en agosto el contrato que tenía para la recogida de estos datos. Según el centro, como consecuencia de la mejora y actualización de la información que sirve de base para la encuesta, la muestra se incrementó en septiembre hasta los 3.000 informantes (2.287 con teléfono fijo y 713 con teléfono móvil).
Según el CIS, el descenso del indicador de situación actual hasta los 29,2 puntos se debe a la caída en siete décimas de la valoración que hacen los consumidores de la evolución económica actual, así como al retroceso en 1,5 puntos de su valoración sobre el mercado de trabajo, dejando a ambos componentes en sus peores datos de la serie, junto a los obtenidos a finales de 2008 y principios de 2009. En cambio, la valoración sobre la situación de los hogares aumentó siete décimas en septiembre.
En cuanto a los componentes del indicador de expectativas, los mayores descensos se producen de nuevo en las valoraciones sobre la evolución de la economía en el futuro inmediato, con 2,7 puntos menos, y en el mercado de trabajo (-1,9 puntos), en contraste con el repunte de las expectativas sobre la situación de los hogares en 3,4 puntos.
El CIS observa en septiembre un descenso de las expectativas de consumo de 4,1 puntos respecto al mes de agosto, frente a un retroceso menor, de sólo dos décimas, en las expectativas de ahorro. Por su parte, los temores de inflación se incrementan 1,2 puntos, en tanto que las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés escalan 4,7 puntos en el noveno mes del año. En términos interanuales, es decir, respecto a septiembre de 2019, la evolución de la confianza del consumidor también es negativa, pues se ha reducido en 31,2 puntos, con pérdidas de 47,5 puntos para el indicador de situación actual y de 14,9 puntos en el de expectativas.