Las aerolíneas tienen prisa por salir de la crisis económica por el coronavirus. Tanta que en las primeras horas de poder reanudar algunos vuelos en la fase 1 de la desescalada, la Guardia Civil ya ha propuesto multar a las compañías Iberia por incumplir las medidas sanitarias incluidas en el real decreto para procurar la máxima separación posible entre pasajeros. El problema no se circunscribe solo a España, en Estados Unidos, pasajeros que realizaban el trayecto entre Nueva York y San Francisco con la compañía United Airlines han denunciado la falta de distancia de seguridad.
En el caso español, a denuncia afecta a tres vuelos: dos procedentes de Madrid a Las Palmas de Gran Canaria y Palma de Mallorca y otro que conectaba Palma e Ibiza.
El avión, un Airbus A320, despegó de Barajas con 155 personas a bordo y una capacidad de 180 asientos disponibles, según las fuentes consultadas, que han detallado que varios agentes se personaron en el aeropuerto de Gran Canaria y constataron que la aeronave había partido de Madrid con una ocupación que superaba el 70 % de su capacidad.
De esta forma, este vuelo incumplía el artículo 14 del real decreto de estado de alarma, que establece que en los medios de transporte se ha de garantizar la máxima distancia posible entre pasajeros.
Además de esta última denuncia, la Guardia Civil ha cursado otras dos propuestas de sanción por las mismas razones. Una también a Iberia por un vuelo el 15 de abril que partió de Madrid con destino a Palma de Mallorca, y la otra a Air Europa por otro viaje, el 20 de abril, entre Palma de Mallorca e Ibiza.
Las fuentes reiteran que las denuncias se centran en que las operadoras no han adoptado en estos casos las medidas sanitarias adecuadas, no en la ocupación del aparato.
Desde el ministerio de Sanidad se ha recordado a las aerolíneas la necesidad de mantener esta distancia entre pasajeros garantizada por la existencia de asientos vacíos. Así lo ha asegurado este martes el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ha instado a las compañías aéreas a que, siempre que sea posible, mantengan un asiento entre pasajeros para garantizar la distancia de seguridad y prevenir así un posible contagio de coronavirus.
Simón ha recomendado usar mascarillas en los viajes de avión, aunque ha insistido en que "lo ideal es mantener las distancias de seguridad".
De no producirse, ha dicho, lo aconsejable para reducir los riesgos de contagio es, además de llevar mascarilla, no tener contacto físico, de manos, con el pasajero de al lado, ni compartir objetos.
No obstante, si el transporte aéreo se va a normalizar, "se tendrá que garantizar de alguna forma -ha advertido- que los riesgos se minimicen: puede ser previo al embarque, durante el vuelo o incluso antes de comprar los billetes de avión".
En los aviones, ha comentado, se da el tiempo suficiente para que exista el riesgo de transmisión y además los pasajeros están muy cerca: por eso, el uso de mascarillas puede reducir ese riesgo.
Pero a ello, además, se tendrán que asociar otras medidas, y la primera de ellas es que las personas con síntomas no viajen y que las compañías garanticen las medidas de higiene necesarias.
Iberia ha explicado, en un comunicado, que tanto la industria aérea, con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) a la cabeza, como el fabricante aeronáutico Airbus, consideran que el bloqueo del asiento central es una medida que "no es necesaria para dar mayor seguridad, pues el avión ofrece unas características específicas que hacen que el riesgo de contagio sea bajo".
Según Iberia, a diferencia de otros transportes públicos, en la cabina de los aviones el aire se renueva cada tres minutos y la utilización de filtros HEPA elimina virus y bacterias con una efectividad del 99,99 %.
A la espera de que la Comisión Europea presente su plan de levantamiento de las medidas de confinamiento por el coronavirus para el transporte aéreo el próximo 13 de mayo, el grupo ofrece, además, flexibilidad en sus tarifas y en la reserva de asiento, y las tripulaciones a bordo procuran la mayor separación posible entre los pasajeros, dentro de las limitaciones propias del avión.
Iberia ha detallado que, además, aplica en todos los vuelos medidas como el uso de mascarillas, reforzamiento de la limpieza del avión o la reducción de movimientos dentro de la cabina, además de modificar y simplificar el servicio a bordo para reducir el contacto.
En el aeropuerto, se han reordenado filas, se han instalado mamparas en mostradores, se da prioridad al embarque por pasarela, se está recomendando llevar la tarjeta de embarque en el móvil para pasar todos los controles sin contacto, entre otras medidas.
Además de los aviones, los equipos, herramientas, maquinaria, vehículos y restos de instalaciones tienen sus propios procesos de limpieza y desinfección.
El miedo de las compañías aéreas a la quiebra parece ser más poderoso que el temor a las sanciones de los gobiernos, las demandas de los pasajeros o la responsabilidad en nuevos repuntes de la pandemia. Muchas de estas empresas han hecho público que dejar filas enteras sin ocupar no es rentable y las abocaría a la desaparición. Para los expertos del sector se trata de una amenaza muy real ya que muchas de las aerolíneas conocidas como 'low cost' acabarán desapareciendo ante la imposibilidad de asumir los nuevos requisitos para el transporte seguro de pasajeros.
Se trata de un escenario totalmente realista. La compañía Norwegian ha estado apunto de ir a la quiebra pero a última hora ha sido rescatada por sus propios accionistas y bonistas con la vista puesta en una ayuda estatal que les ayude a remontar el vuelo. Por lo pronto, la compañía noruega ya se ha retirado de varios países, entre ellos, España.
El caso de Norwegian es similar a de Lufthansa o Air France que han sido apoyadas por Alemania y Francia, respectivamente con inyecciones de dinero público que les permita levantar el vuelo cuando la 'nueva normalidad' se haya instalado entre nosotros de forma definitiva.
La compañía alemana ya se ha adelantado al anunciar que a partir de junio reanudará sus vuelos a 106 destinos, entre ellos Mallorca, donde muchos ciudadanos alemanes tienen segunda residencia de verano.
Ante esta polémica, los máximos responsables de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) han defendido este lunes las medidas de higiene y prevención frente al coronavirus que las diversas compañías han puesto en marcha y se han mostrado convencidos de que con ellas se garantiza un viaje seguro en avión.
Los máximos representantes de ALA han recalcado que el sector está comprometido con la seguridad de los pasajeros y que su bienestar y su salud es su principal objetivo.
Han añadido que las compañías aéreas han reforzado las medidas de higiene y prevención frente al coronavirus para garantizar un viaje seguro en avión.
El tráfico aéreo se ha reducido en un 95 por ciento, lo que ha obligado a dejar en tierra a la mayor parte de sus aviones y pone en riesgo 900.000 empleos ante una caída de ingresos de alrededor de 15.000 millones de euros por la pérdida de casi 114 millones de pasajeros.
Una situación que calculan que tendría un impacto en el PIB nacional de hasta 55.000 millones de euros, lo que equivaldría a un descenso del 4,41 por ciento.
El presidente de ALA ha ensalzado el valor del transporte aéreo en España, que es fundamental para el desarrollo del turismo, emplea al 13 por ciento de la población y representa más del 12 por ciento del PIB.
Consideran fundamental garantizar el futuro de las compañías aéreas y, por ello, plantean la necesidad urgente de medidas de apoyo al sector como facilitar acceso a la liquidez necesaria para superar este periodo sin ingresos.
También estiman vital la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor y proponen la exención temporal de tasas aeroportuarias y de navegación aérea.
Al mismo tiempo, los representantes de ALA han resaltado la contribución del sector en el plan de repatriación de españoles que se encontraban en el extranjero y en su participación en los corredores aéreos sanitarios para procurar la provisión de mascarillas y demás material sanitario de protección.