Qué es y cómo funciona la aerotermia, una de las alternativas a las calderas de gas
Es un sistema que permite calentar o enfriar las casas y obtener agua caliente sanitaria
Es más cara que una caldera de gas convencional, pero "en unos 10 años se ha amortizado la inversión", calculan los expertos
La aerotermia debería ser obligatoria en las nuevas construcciones, considera el ingeniero Héctor Ruiz
Hace tres años que Alberto empezó a pensar en cambiar su vieja caldera de gasóleo por una más ecológica y eficiente. Hoy lo tiene claro, máxime después de todo lo que está pasando con Rusia. "Tenemos que reducir la dependencia de los países que suministran energías fósiles porque son países muy inestables", explica este licenciado en empresariales
Después de hacer un estudio de mercado y ver las diferentes alternativas, Alberto se ha decidido por la aerotermia. "¿La aero qué?", es la pregunta más habitual cuando se pronuncia el nombre de este sistema para calentar o enfriar las casas. La aerotermia es una tecnología que permite extraer el calor del aire exterior mediante una bomba o compresor que lo introduce en el interior de la vivienda a través del agua caliente sanitaria o de la calefacción.
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Pero ¿se puede extraer calor del aire exterior en invierno?
"Sí, se puede, las máquinas funcionan con hasta -20º centígrados de temperatura", explica el ingeniero industrial Héctor Ruiz. La aerotermia comprime un gas que captura calor aunque en el exterior haga frío. "Durante el temporal de Filomena, con temperaturas bajo cero, mi compresor hacía un ruido que parecía que iba a despegar, y aún así siguió funcionando y calentando mi casa", asegura Héctor que reside en una vivienda unifamiliar en el sur de Madrid.
La aerotermia coge el calor que hay en la calle y lo mete en la casa, de forma que no está produciendo calor, sino que solo lo traslada de lugar, de fuera a dentro. En verano sucede al revés, captura el calor de casa y lo expulsa a la calle, bajando la temperatura interior, explica el ingeniero.
Energía limpia y renovable
Son máquinas que funcionan por ciclos termodinámicos, no producen calor o generan frío, sino que lo capturan y lo mueven de lugar, insiste Héctor, por eso se dice que son energías renovables. No hay combustión, no se está generando energía quemando combustibles fósiles. La electricidad que necesitan es para el compresor y si esa energía se obtiene de unas placas solares, pues ya es "la cuadratura del círculo", asegura el ingeniero.
Este último aspecto es lo que terminó de convencer a Alberto para optar por la aerotermia en vez de por una caldera alimentada con biomasa. Aunque para que el sistema sea todavía más eficiente, apunta Héctor, lo ideal es que el agua caliente de la calefacción no se difunda por radiadores, sino por suelo radiante, conductos de agua que se instalan por toda la superficie de la vivienda. Porque para calentar la casa con radiadores, hay que calentar el agua a unos 60 grados, pero si se hace a través de suelo radiante, basta con 30 grados centígrados, por lo que bomba de compresión requiere menos energía.
El concepto de Passive House y posibles inconvenientes si no se instala bien
Todo esto es lo que se conoce como Passive House, "algo que está muy de moda y que las constructoras ofertan como un plus", apunta Héctor Ruiz. Edificios con un impacto medioambiental mínimo que va a depender de:
- Un buen aislamiento, algo que es fundamental para que el calor no se escape por la ventana.
- Un sistema de climatización muy eficiente como la aerotermia o la geotermia.
- Una energía limpia como la fotovoltaica.
La experiencia de Juan, que lleva varios años con la aerotermia en su piso nuevo de Madrid, no se puede calificar como completamente satisfactoria, "no por el sistema en sí, sino por cómo se ha aplicado", explica a NIUS. En su caso, la vivienda es de nueva construcción y sí tiene suelo radiante, pero es de madera, un material que no se recomienda para este tipo de instalaciones por ser un aislante natural. Además dispone de grandes ventanales que no fueron colocados correctamente y la vivienda es la última planta del edificio. Por todo ello, en los meses de más frío ha llegado a pagar facturas de la luz de hasta 500 euros.
¿Cuánto cuesta un sistema aerotérmico?
El susto puede ser importante si la vivienda no está bien aislada, el sistema no se ha puesto de manera adecuada y encima no se disponen de placas solares con las que compensar el aumento del consumo eléctrico. En el caso de Alberto, para no levantar todo el suelo de la casa e instalar las tuberías del suelo radiante, mantendrá los viejos radiadores de su vivienda, pero a cambio pondrá paneles de energía fotovoltaica para la electricidad requerida por el compresor.
"La máquina de aerotermia que he mirado cuesta 13.000 euros, a los que yo voy a sumar unos 5.000 o 6.000 de las placas solares, es mucho más cara que una caldera de gas convencional, pero el ahorro diario es significativo", asegura. Al final, según sus cálculos, Alberto hará una inversión de unos 20.000 euros. Una suma importante que espera amortizar en unos 10 años. Además la instalación también se tiene en cuenta a la hora de valorar o tasar la vivienda, y existen subvenciones, aunque no se puede contar con ellas porque son a posteriori y no están garantizadas, indica.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la combinación de aerotermia y fotovoltaica es el sistema más eficiente, 100% renovable y la opción, de lejos, más rentable, explica Alberto que se autodenomina "un consumidor informado". La aerotermia, de hecho, "debería ser obligatorio en las nuevas construcciones, al igual que lo es ya instalar placas solares en las cubiertas" coincide Héctor Ruiz.
¿Se puede instalar en cualquier vivienda? ¿Merece la pena?
"Ahora sí", asegura Alberto, incluso en un piso se puede poner un sistema de aerotermia con un compresor en fachada, como si fuera un aire acondicionado, y dentro un módulo interior del tamaño de una frigorífico para la caldera y depósito de agua caliente sanitaria. La única cuestión es disponer del dinero.
Aunque Héctor, ingeniero industrial, no tiene tan claro que sea un sistema que merezca la pena en todos los casos. "Hacer el cambio es muy caro, habría que hacer un estudio económico y mirar cada caso con el instalador". "Eso sí, si tienes la caldera averiada, sí que te merece la pena, sobre todo si sube el precio del gas", añade. Con todo lo que está ocurriendo, "todos hemos tomado conciencia de lo crítico que es depender energéticamente de países que no son estables políticamente y que pueden condicionar tu economía y tu bienestar", asegura Alberto, quien vaticina un aumento importante de la instalación de sistemas de aerotermia para reducir la dependencia de estos países y cumplir con los objetivos medioambientales de emisión de CO2.