Los pueblos, tan conectados como las capitales
Los habitantes de pequeños municipios prácticamente han anulado su brecha digital con los urbanitas
Los niños que residen en municipios pequeños disponen de móvil en mayor proporción que los que residen en las grandes ciudades
Las nuevas tecnologías informáticas, el acceso a Internet y la disponibilidad de teléfono móvil, tablet o libro electrónico han dejado de ser exclusivas de la población que reside en las grandes ciudades de España.
La brecha digital que mantenían los pueblos pequeños en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) se ha ido reduciendo en los últimos años ya que los habitantes de estos municipios han entendido la necesidad de estar conectados y no han desaprovechado la oportunidad para reducirla.
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Según la Encuesta sobre equipamiento y uso de TIC en los hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), la diferencia entre el porcentaje de viviendas con acceso a Internet entre ciudades de más de 100.000 habitantes y municipios con menos de 10.000 se ha reducido de 16.9 puntos en 2009 a apenas 6,7 en 2019.
Y lo mismo ha sucedido con el modo de acceso a la red a través de conexión con banda ancha. La brecha ha disminuido de 18,3 puntos en 2009 a 7,8 en 2019. En 10 años, 10 puntos menos de brecha.
En cuanto a las viviendas que disponen de ordenador, la diferencia entre los ciudadanos de estos distintos hábitats era menor (12,2 puntos en 2009) y la reducción ha sido más moderada (10,7 puntos en 2019). Pero la tendencia también ha sido a la baja.
El declive del teléfono fijo
En cuanto al equipamiento TIC de los hogares, llama la atención que el declive en el uso del teléfono fijo que se vienen observando en la sociedad en general –propiciado por el auge del móvil– ha sido mucho más acusado en el caso de las pequeñas localidades. Así, en 2009 el 84,8% de los hogares en ciudades grandes tenían teléfono fijo, frente al 75,5% de los que residían en municipios con menos de 10.000 habitantes. Lo que suponía una diferencia de 9,3 puntos.
En 2019 los porcentajes se situaban en el 82,2% y 65,2%, respectivamente. Mientras que en las grandes urbes el porcentaje de hogares con teléfono fijo bajaba 2,6 puntos, en los municipios pequeños la caída era de 10,3 puntos. La distancia se ha ampliado hasta los 17 puntos.
Uso universal del móvil
Paralelamente a esta evolución se ha registrado un incremento en los hogares que disponen de teléfono móvil, que es ya prácticamente universal, independientemente del hábitat al que nos estemos refiriendo.
No obstante, mientras que el porcentaje de viviendas con teléfono móvil ha crecido casi 10 puntos en 10 años en los pequeños municipios, en las grandes urbes el aumento ha sido de 4,4 puntos. La brecha del uso de móvil apenas existe. Es de sólo 1,1 puntos en 2019, frente a 5,6 puntos en 2009.
Niños y smartphones
Llama la atención que el uso de teléfono móvil entre los niños de 10 a 15 años es más intenso en los municipios pequeños que en las grandes ciudades y capitales de provincia.
En 2019 el 68,6% de los chavales de esa edad que residían en poblaciones con menos de 10.000 habitantes disponían de móvil o Smartphone. Este porcentaje era 4,2 puntos superior al de los niños que vivían en ciudades con más de 100.000 vecinos, que se situó en el 64,4%.
En los 10 últimos años la tendencia ha sido dispar. Mientras que el porcentaje en pequeños municipios ha crecido ligeramente (1,1 puntos), el de las grandes urbes se ha reducido en casi cinco puntos. Los pueblos están ya casi tan conectados como las grandes ciudades. Y, en algunos casos, incluso más.