Ya queda menos. En apenas un par de meses podremos contar, por fin, con un indicador fiable y específico que permita medir la evolución de los precios del alquiler de vivienda en España. Unos datos muy reclamados por el conjunto de la sociedad.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) va a llenar este gran espacio vacío con una estadística experimental que se empezará a publicar en el mes de diciembre.
Según datos del propio INE, un 18% de los hogares españoles residía en una vivienda de alquiler en el año 2020. Un porcentaje que ha ido aumentando casi cada año desde 2005, cuando era del 13%.
En datos absolutos hay 3,4 millones de familias que viven alquiladas en España. Y hasta ahora no se conocía de forma fiable como estaban variando los precios que pagaban por su arrendamiento.
El nuevo índice de precios de alquiler de vivienda (IPVA) se elaborará a partir de los datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), en concreto del modelo 100 de la declaración anual de IRPF.
Además de la cuantía percibida por los declarantes arrendatarios, los datos de la AEAT incorporan algunas variables básicas que permiten identificar la vivienda.
Esta información se completará con datos catastrales sobre características físicas de los inmuebles, como su superficie, tipología (piso o unifamiliar) o antigüedad.
El INE publicará variaciones anuales de precios por comunidades autónomas, provincias y municipios. Y, en las grandes ciudades, datos más detallados, hasta el nivel de distrito.
Estadística ofrecerá también información novedosa sobre el porcentaje de viviendas alquiladas cuyos precios han subido, han bajado o no han variado.
Al tratarse de fuentes tributarias no se dispondrá de datos sobre País Vasco y Navarra, aunque el objetivo futuro del INE es “tratar de incorporar la información de estas dos comunidades”.
De hecho, en el propio proyecto se señala que la ausencia de estas dos comunidades autónomas y la periodicidad del IPVA “limita el análisis a un único dato cada año, lo que impide realizar estudios coyunturales del mercado”.
Los primeros datos de precios de alquiler de vivienda serán anuales, con referencia al año 2020 y desde 2015, año considerado base por el INE para esta operación, según consta en el proyecto del IPVA.
Hay que tener en cuenta que la información se referirá sólo a inmuebles urbanos sobre los que se han declarado ingresos por arrendamiento para vivienda habitual. Y que las viviendas seleccionadas tienen que haber estado alquiladas tanto el año de referencia como el anterior, lo que elimina los nuevos alquileres. Pero, al tratarse de las mismas viviendas ambos años, el INE no tiene que realizar ningún ajuste de calidad.
En el proyecto de la operación se señala que para calcular las variaciones se eliminarán las viviendas cuyo precio se haya reducido a más de la mitad o haya aumentado más del doble de un año a otro. Con ello, se pretende excluir circunstancias como impagos que no implican una bajada real de los precios de alquiler.
Además, no se pretende calcular niveles de precios del alquiler, aspecto del que ya se ocupa el sistema estatal de referencia de precios de alquiler de vivienda, sino variaciones de precios.
Por ello, el nuevo índice del INE ocupa una laguna estadística que, hasta ahora, sólo estaba investigada parcialmente por la rúbrica de vivienda de alquiler del IPC. Pero dado que en muchas ocasiones los precios de alquiler tomaban como referencia al propio IPC, este indicador no parecía el más adecuado para medir el fenómeno.
El IPVA también facilitará información sobre la distribución del gasto en alquiler, que estará recogida en las ponderaciones que representan este expendio según la ubicación y las características de las viviendas arrendadas.
En diciembre tendremos los nuevos datos, presentados tanto en tablas como en mapas. Y de un año tan atípico como fue el 2020 de la pandemia.